lunes, 2 de mayo de 2011

Elvira

Elvira es piedra y agua. Es presencia, es el continuo líquido del tiempo. Es una vida. Conoce todos los nombres porque todos los nombres son ella. Elvira es una niña y también una mujer que lucha. Es la mujer eterna, la que sostiene en sus brazos los dolores y las angustias de cientos. Es la mujer fuerte, la mujer piedra. Camina sobre agua, porque se atreve, porque ha querido hacerlo. Con ella, la dulzura y el coraje, la suavidad de la brisa, el enorme esfuerzo de una raíz que excava aún más tierra adentro, la amable brutalidad que parte las rocas.

Elvira vive en mi corazón, es una jovencita que sonríe y me cubre de besos. Me toca la cara y yo también camino sobre el agua.


Hoy no dejo de recordarla en una cola, esperando a que alguien abra una puerta enrejada. Valiente, nunca derrotada, nunca un paso atrás. Divertida incluso envuelta de los crueles colores del dolor. Firme piedra, líquida y suave gota, capaz de penetrar en lo recóndito y salvar con su mirada. Heridas y muerte, no tenéis espacio ni razón: Elvira hace cola cada día para romper vuestras inmensas bóvedas negras.





No es cuestión de olvidarla. Ella dice que se va, pero no es así. Nunca se marcha, no quiere, no le parece bien. No es propio de ella. Ella no se va. Está aquí y todas las cosas se llamarán Elvira a partir de esta misma mañana.


Elvira. Piedra y Agua. Mis años mejores. Mi lado de luz. Mi no miedo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

topo, me haces llorar de emocion