viernes, 12 de diciembre de 2008

Manual de cómo estar jodido.

Al principio, es un coñazo. Y luego, también.

Y decides dejarlo por imposible.



Al cabo de seis meses de mierda y visitas frecuentes a los tanatorios, vuelves a tropezarte con él.

Lo que se dice de casualidad.

De puta casualidad.

Pero funciona. Entonces entiendes unas cuantas cosas.

martes, 9 de diciembre de 2008

Son malas fechas - 2






Son malas fechas. Sí que lo son. Vean, si no. El concurso de fotografía para empleados fijos, es decir, no subcontratados, ni sujetos a contrato por mercantil, ni tampoco los de jornada reducida, ni los que se van al paro cuando llegan las vacaciones. Para empleados. Se entiende, ¿no? No, tampoco pueden participar los de Servicios Generales, ni la Subcontrata de Limpiezas, ni el pistolero de la puerta. ¿Que tienen muchas sensibilidad para echarse fotos? ¡Pues que se vayan a su puta empresa a que les hagan allí el concurso!

Hay doce ganadores. No sé qué les dan, porque a mí nunca me lo han dado y no le he podido preguntar a ninguno que haya ganado, porque quince años que lleva el concurso, no conozco a nadie que le hayan dado una mierda. Son todo nombres raros, gente como de Vigo o Ceuta, no sabría decirles. Me imagino que se lo dan a ellos por quedar bien con las autonomías y las nacionalidades de en cada sitio haz lo que toque. O que a lo mejor lo tengan por contrato. Para compensar que haya tickets de comida en sus lugares propios, que en Ceuta todo lo más te ponen en el contrato un bocata diario panceta o atún escabeche para el que le ponga reparos a nuestro buen amigo el cerdo.

Pero, ahora que estoy pensando… Sí, claro que conozco a algún que otro ganador. De mi oficina. Seguro. Pero me parece que son todos de la diecisiete. Sí, la planta noble, esa que no puedes pisar si no llevas veintiocho certificados y permisos y plácemes. Como cuando no te dejaban tus padres entrar en el salón porque tenía el suelo con maderitas, no como en tu cuarto que era de linóleo rasposo.

Ganador y de la diecisiete. Ya me les veo de venir: que si vuelvo a ponerme demagótico, que si lo de siempre con los arriba y los de abajo… ¿Y qué quieren que yo le haga si es siempre así? Fotografía ganadora del año pasado: Merceditas Sáenz de Paddle, veintidós años, súper cuerpo, súper padre y súper madre. Súper. ¿Responsabilidad en la empresa? Súper no se sabe. Pero súper foto con triposte y velocidad de obturación como súper rápida o súper lenta: una rana de colores saltando en el aire con cara de rana de colores que salta en el aire. Lo clásico si eres un genio.


Segundo puesto: Foto de ocho niños peleando por un bocata atún, poniéndose perdidos, madre a punto de meterles unas hostias por el efecto de lo anterior. Audaz balance de blancos, extraordinaria profundidad de campo, no menos impactante tiempo de exposición. Autor: D. José María Maribel Yoportí-Loquesetercie, delegado de la empresa en la región de Adanero. Notable reflejo de la situación de exclusión social de la infancia en los barrios periféricos. Los niños y el bocata, al parecer, los ha puesto él de suyo.

Y así hasta hacer las doce ganadoras. ¿Y que por qué doce? Porque no son diez ni quince las hojas de la mierda calendario de mesa que nos ponen a primeros de cada anualidad para que sepamos que hoy es martes y nueve por menos de lo que parece. Que cada hojina lleva su foto ganadora y los títulos son todos para echarse a potar montones de regurgitados: “Amanecer” (las comillas no son mías, las pone cada concursante de su propio sueldo), “Diferentes. Iguales”, “Esa Mano Amiga”, “La Importancia de una Sonrisa”. Te cagas vivo con la monería que reina en el ambiente.
Cualquiera diría que en nuestra empresa no hay capullos y que estamos hasta arriba de buen estar. Pues lo que es yo, no me quedo sólo en mi planta a partir de las cinco y media de la tarde, que a más de uno le han encontrado días después en la trituradora de papel confidencial.

Interesante el caso de Agustín Díaz Íñiguez Todoconzeta, Director Comercial del Valle de Liébana, que lleva ganando cinco años ganado con la misma foto. Lo que pasa es que la pone de lado, le quita los colores, la amplía y saca sólo un trozo de la cosa… la misma foto cinco veces, y cinco premietes para la buchaca. Oyes, y debe ser bien jodido. Aunque, claro,con la cosa del paisaje y el tipismo y la tradición tan nuestra, pues como que vale para lo que te quieras poner cualquier día.

No les he contado, cosas de la mala memoria y los doce chupitos de anís que llevo (vuelta de puente, mucho que animarse), que el capullo de Personal que organiza el concurso propone cada año un lema. Por ejemplo, este año el lema es “El Medio Ambiente”. Y entonces tú le tienes que hacer una foto a la Merceditas con la teta al aire, como en plan ecologizante y sin poner cara de muy puta, y le pones el título de “Para Energía Renovable, la de esta jaca” y lo presentas y al rato baja un tipo con la cara roja y te monta un expolio y nos damos una jartada de reírnos todos.

Aunque hay gente que no, que se lo toma en serio, y hace una foto como abstracta, de un cubo de hielo con obturador rápido o qué sé yo, y le pone “Paremos el Calentamiento Global” y si es familia de alguien o trabaja en la diecisiete, o viene de la oficina de Ciudadela, pues van y le dan el sí quiero, y ponen la foto con su nombre en el calendario.
Y en la Intranet le dejan poner un comentario tipo “con este trabajo lo que en realidad he querido reflejar…” y cosas del calibre ése que es un coñazo. Con este trabajo, majete, lo que has querido reflejar es un hielo. Y si hubieras querido reflejar otra cosa, pues haberle tirado la foto. Qué coñazo son los que aún se creen que el mundo es mejor porque están ellos en él.


Como no han dejado poner maldita la foto este año, aquí se las dejo. La he llamado: “Regresemos a lo Natural”. Pertenece a mi serie de autorretratos. En realidad, lo que he querido reflejar es lo caro que se están poniendo las bananas, y por tanto la enorme necesidad que hay de protegerlas, especialmente a la mía propia.
El problema es que no creo que me dejen expresarlo. Justo veo al cretinopollas de Personal con la cara algo desencajonada, que viene para acá…


jueves, 4 de diciembre de 2008

Son malas fechas - 1

Son malas fechas. Quiero decir, a ver si me lo digo bien dicho, que se acercan las Navidades y eso trae mucho problema. Con la crisis ya íbamos jodidos, ¿podía ser peor la cosita?, pues sí, podía porque han llegado las Navidades, como siempre con un mes de adelanto.

¿Qué? ¿Que estamos exagerando con lo del mes de adelanto? ¿Ah, que son ustedes de los que les mola la sobredosis de villancicos, papás noeles, reyes morenos y colonias para las tetas? Bueno, allá ustedes. Si se mueren ahora mismo, digamos que entre estertores, no se extrañen mucho si me la sopla hasta el infinito y más allá de Móstoles. Un mes y medio con anuncios gilipollas, atascos hasta en el pasillo, niños borrachos y potando cada tres metros de acera, y múltiples y variadísimos dicharacheros con gorros, melenas de colores, cuernos y pollas en la cabeza. Y así hoy, pero también mañana y pasado y después y más y todavía te quedan cinco semanas, aguántate las pelotas hermano. ¿Mola? ¿De verdad? ¿Y que cuándo no puedas más te toque ir a lo del cuñado a aguantarle la sidra de economato y los langostinos de plastilina? ¿Mola? ¿De verdad que no quiere que le pegue un tiro ahora mismo y nos ahorramos mutuos sufrimientos, hijo de un capullo imbécil?

Centrándonos en lo mío, que es lo suyo, que es lo de siempre y lo de todos y así estamos hasta que nos toque la lotería y se vaya todo a tomar polculo, pero nunca pasa y aquí seguimos, quisiera contarles de que en mi empresa, por estas fechas tan entrañadas, hay la siguiente programación quetecagas: concurso de crismas dibujados por los hijos de los empleados, concurso fotográfico de los empleados para el calendario de mesa, copa de empleados y cena-homenaje a nuestros mayores. No sabría decirles cuál me da más asco.

Los concursos simplemente los ignoro todo lo que puedo y más. Aunque no siempre es posible ya que hacen una ampliación de cinco por tres metros del dibujo ganador y lo cuelgan a la entrada del edificio. Y claro, un mes y medio topándote de bruces con el Santa Claus espástico, los Reyes temblones y delgados –en mi barrio a esos les llamamos drogaditos-, y el muñeco de nieve con expresión de culo con pelos, pues no es como para hacer la digestión en condiciones pero que ni un solo día. Eso sí, que no falte la firma de la criatura, en caligrafía de monazo a base de rohipnoles: Arturo Gorriti y León de la Metro, siete años; Gemma-Sara Olarticoechea Kleine-Mitjans, seis años; Wolfgang Kepa Martínez de la Hostia, doce años... Lo único que sale bien sacado es el logo de la compañía, pero eso es que le ponen siempre una pegatina gorda, que ya tienen preparadas.
Como es un concurso en plan súper integrador de unos y de otros, y somos una gran familia y la polla en versículos cortos, pues somos todos muy felices. Bueno, hasta que se me hinchen los congojos y me venga el fin de semana con una lata de Sprite de esas que usan los que hacen creaciones en las paredes de las calles pero nunca en las de su puta casa y tachar los nombres de los encantadores niños ganadores del concurso y escribir encima sus verdaderos apellidos: Arturo Hijo del Jefe de Personal, ciento cincuenta mil euros de fijo al año, más otro tanto en comisiones por objetivos de reducción de personal, Gemma-Sara por Inseminación Artificial de la Directora de Marketing, que lleva cinco años sin pisar la empresa porque está en teletrabajo, así como Nieta de don Adolfo de Kleine Mitjans, accionista único de Súper Mierdas del Mediterráneo, principal cliente de nuestra empresa.

Y Wolfgang Kepa Hijo Ilegítimo pero él aún no lo sabe del Responsable del Área de Producción, que nunca llega a su casa antes de las dos de la mañana y que presume de que éste ha sido el año que más gente ha puesto en la puta calle.

Mano de santo. El lunes, quitarán los dibujos y se montará un pollo. Con un poco de suerte, para el miércoles a media tarde, que hay copa de navidad, ya se les habrá pasado el cabreo de mono. Lo importante es no dejar huellas y aguantar la presión.

StagoleeBad man
stagalee when he bad,
He bad wid a gun
Stagalee, stagalee
--- you must-a been a sinner
Evry- christmas eve
they give stagalee a dinner
Bad man stagalee, when he bad
He bad wid a gun.