martes, 27 de diciembre de 2011

Mane Tekel Fares (2)

Reunión. Esta vez soy yo quien toma la palabra. Me tocó hacer la misma tontería que López-Mierda. Pero explicando qué hago yo con los listados, y qué hay que hacer para que yo procese una solicitud. Todo ello explicado desde la aparición de las nuevas tecnologías y su relación con el momento económico presente. Nada de power puaj. Whiteboarding. Ya les conté. Y si no, haber leído lo de más abajo, que digo yo que no está tan lejos.


La pizarra blanca. Agarro un rotulador de color azul y escribo mi nombre. “Listados y Solicitudes”. Bueno, mi segundo nombre. Mi nombre es otro y no lo voy a repetir más veces. Y hago un rectángulo alrededor. De color verde. La gente aguanta el tirón. Agarro el fucsia y escribo en la parte de arriba del todo: “qué hay que hacer para que yo lo procese”. Así seguido. Me interrumpe uno: ¿qué pasa, que lo vas a poner todo por escrito? El monitor de la sesión, que es un capullo que me cae mal porque le acabo de conocer, me indica que se trata esquematizar, usar el dibujo como soporte… su puta madre.



Verde. Dibujo un cuadrado. Y escribo listado. Rojo. Cuadrado. Solicitudes. Esto es lo que yo hago. Pinto un monigote. Yo. Éste soy yo. Pinto otro monigote, del mismo color, pero más lejos. Y al lado más monigotes. Y escribo. Vosotros. Estos sois vosotros. Y me pedís un listado. Doy golpecitos con la punta del rotulador en la palabra listado. Y yo os lo doy.


Y una mierda. Ese es el resentido de la primera vez. Por eso estamos aquí. Porque nunca contestas. A no ser que te mandemos a los jefes. El coordinador de la reunión solicita más espíritu positivo. Y yo dibujo otro monigote, mucho más bajito y más lejos. Y escribo el nombre del idiota que me está tocando los huevos. Álvarez-Mocos. Este eres tú. Tú me pides un listado. Golpecitos. Y luego dibujo un culo, que se me da bien. Y como no sabes pedir las cosas, te dan por el culo.


Hora y media después y sin borrar ni un poquito, aquello parece lo que es: un campo de batalla. El coordinador hace tres cuartos de hora que se marchó. Qué poco aguantan. Después de terminar de dejar la pizarra como un bebedero de patos, nos vamos a casa, que ya está bien por hoy.


Lo peor va a ser mañana, cuando el coordinador regrese y descubra que hicimos todos los dibujos con rotuladores que no se borran. Que nos los cambió un capullo de la séptima, que necesitaba para una reunión, y nos dejó unos muy chulos pero que no borran.


Y Álvarez-Mocos dibuja pollas fenomenal.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Mane Tekel Fares (1)

Reunión. López-Mierda toma la palabra. Nos tiene que hacer una presentación sobre las nuevas tendencias y su relación con el momento económico presente. Nada de power puaj. Ya no se lleva. Están muy mal vistas las animaciones creativas y las letritas que aparecen y los cuadritos y paragüitas con lluvia. El power ése es un resto de los noventa, la antigüedad, el pasado. Va en contra de la cultura corporativa, del espíritu de comunicación franca y directa y honesta y trendy que nos caracteriza. Es anti-higiénico, no permite escuchar, la gente lee y se distrae, escucha y no lee… Una mierda.


En realidad, a López-Mierda es que le han enviado a un curso que ha costado la hostia y se llama de whiteboarding que es lo mismo que hacíamos de pequeños cuando se iba el profesor de clase, subirnos a la pizarra a escribir mamonadas y poner garabatos. Pues eso, lo capullos que éramos, está de moda moderna.


La pizarra es blanca, de plasticuchi, nada de aquello que pasabas la uña y ponías a todo dios debajo del pupitre. Nada de tizas que te entraba el polvo de colores hasta la goma del gayumbo. Ahora es todo moderno, limpio y funcional. Y capullo. Ahora todo es capullo. Si no, ¿de qué iban a apuntar a López-Mierda al curso?


Entonces López-Mierda agarra un rotulador negro y hace un círculo grande y después agarra uno rojo y escribe Tendencias Actuales de Mercado, y hace una cajita verde y escribe Retos y flechas azules a Tendencias Actuales de Mercado, y después otra cajita verde y escribe Oportunidades y más flechas azules, y luego lo engloba todo en una nube que pone “Redes Sociales, en magenta –eso es como lo ha llamado, a mí me parece color lapo con sangre-, y después pinta una persona, pero como con un cabezón y cuatro palitos, el clásico monigote que le colgamos el día de los inocentes, y yo ahí me pierdo con la puta nube y el monigote y sus Retos que son Oportunidades.


Hora y media después y sin borrar ni un poquito, aquello parece lo que es: el desvarío de alguien que padece muchos dolores y no encuentra calmantes. Es lo que es o lo que somos todos: el esquema de nuestra estupidez a cambio del sueldo de mierda que nos dan y que no nos darían en otra parte.


Bueno, que el caso es que esto de las pizarras blancas se ha puesto de moda y ya les contaré porque hoy me toca a mí contarles cómo hago los listados y a ver qué me invento. Yo mis listados, así como una nube no los veo, si acaso me dejaran usar el color marrón.

lunes, 12 de diciembre de 2011

centro del calafate

centro del mundo, o bien,


centro de mi mundo, o bien,


lugar donde se cruzaron los ejes y todo me pareció que funcionaba, o bien,


esa zona que nadie sabe que tengo, o bien,


estuve allí y no quise regresar, pero no me quedó otra, y desde entonces, yo tendría mucho interés en que la realidad se rompiera y pudiera descender por una grieta suave y pequeña justo a ese sitio que es la foto.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

si al final no hacía falta tanta cosa

yo seré lo que tú quieras que sea. con tal de que me dés de comer, que pueda echarme en un sitio para poder dormir un par de horas. yo seré lo que tú digas. seré cosa, seré pienso. no tienes más que decírmelo y lo seré. todo y más. lo que tú digas, aunque sea muy tarde o muy pronto. da igual la hora, da igual el frío o el calor. con tal de comer un poco. yo ya no digo más. no refundaremos el capitalismo porque qué coño, estaba bien así. te pido perdón por haber dicho cosas, por haber salido de casa sin permiso, aquellos manifestantes no eran nada mío, simplemente coincidimos, me equivoqué al gritar que no me representas, me equivoqué al pensar, al creer en los valores. culpa mía. me creí lo del colegio, eso de la democracia. pero hoy tengo miedo, que es peor que tener hambre. tengo hijos y tengo miedo. y seré bueno. ¿ves? al final no hacía falta tanta cosa. soy hombre fácil de convencer. con sólo un cuenco de arroz y una esterilla, ya estamos.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Es domingo, hace sol y se acabó la fiesta.

Si es que alguna vez la hubo. Porque parece que aquí las cosas fueron la hostia. Y debieron serlo, pero la mayoría estaba en otra cosa. En salir, en poder llegar a alguna parte, en no morirse, en encontrar algo más bien duradero. La mayoría pasará de la fiesta del contrato precario a no se sabe qué hay más allá del color negro.



Es domingo. Hace un buen sol y se acabó la fiesta. Lo dice la gente que gana el dinero. Los que ven la realidad desde las ventanas del piso 17.




En realidad, y como también ocurría antes, nada de lo que dicen es cierto. Antes no había fiesta. Pero ahora la sigue habiendo. En el piso 17 seguirán bailando con el ritmo del que tiene lo que los demás no saben.



Los patrimonios de los que dicen que la fiesta terminó no nos permiten creerles. Pero porque tal vez pensemos que a lo mejor nos invitan a dar al botón, ascensor reservado, les hemos dado lo que querían.



Todo lo que tenemos.



Para que nos lo quiten.



Porque es así. Desde el piso 17, es todo así.

lunes, 21 de noviembre de 2011

un nuevo conservadurismo recorre nuestros campos



Han ganado estas señoras. En realidad, ha ganado uno con barba rala y estas señoras.



Dicen que nos van a arreglar como Dios manda, que no nos van a a prometer porque no nos van a dar. Que somos muy gravosos y que nos tomamos las pastillas de tres en tres. Que nos empeñamos en ir al colegio y encima sin pagar.



Ellos dicen que hay que apretar. A nosotros ya no nos queda cinturón. Si acaso un poco de cuello. Pero claro, que te quedas sin aire.



Pero las señoras ríen y danzan y saltan. Y nos dicen que ellas nos lo van a arreglar pero mucho ojo con pasarse y que la fiesta, pues eso, que a tomar pol'culo.


Yo no tengo problema. A mí ya pueden venir a buscarme, que no se van a llevar gran cosa. Lo que me intriga es qué puede haber en la cabeza de los que piensan que estas señoras y el tipo de la barba mal arreglada van a ser de los nuestros.

martes, 8 de noviembre de 2011

Átomos


Una combinación afortunada de átomos. Eso es lo que soy. Y también mi portero. Y Maritornes. Y la mierda que dejó en el descansillo el perro de mi vecino. Y la maceta al otro lado de la cuerda de la mujer que tiende en sujetador y mejor no te asomes.


Hasta que lo dejemos.



Después de dentro de muchos millones de cosas volveremos a ser otra combinación, pero esta vez ni seremos ya nosotros ni siquiera un poquito. Así que mejor deja de joder con la pelotita, niño.



Que para cuatro días que nos quedan con los átomos juntos, mejor agradecer la visita y continuar el viaje.

martes, 1 de noviembre de 2011

Trino y Uno



Tres Por Uno. Tres En Uno.


Uno y Trino.


Echas Tres, Te Llevas Uno.


Hay Uno, Pero Son Tres.


Tú Eres Tú. Y los Otros Dos también.


Pero vales menos Por ser Sólo Uno.


Si al menos fueras Tres.

domingo, 23 de octubre de 2011

Viaje a la nada.




Te tuve por un recuerdo. Pero ni siquiera te tuve bien. Te creí en lo que podrías ser un paso, una distancia, un pequeño río que anega campos.




Te tuve por lo que yo no era. Por un viaje que no se podía hacer, por un camino y un dolor que no son.




Te tuve y no te tengo bien. Es mejor porque todo lo que pude visitar no fue sino un pequeño templo entre la hojarasca, arrasado por la nada.




Una aventura que no hice. Un cartón que desaparece bajo las aguas.



miércoles, 19 de octubre de 2011

El Toque


Que en fin, lo que queríamos, en realidad, bueno, veréis, hace ya tiempo que se viene diciendo, y más en estos tiempos en los que estamos, en que somos un equipo y todos estamos a lo que hay que estar, y además, un cliente es muy difícil de ganar, pero muy fácil perderlo, pues eso, que ya me vais entendiendo, hay que tener una actitud, saber diferenciar los momentos, la parte profesional y la personal, balancear bien los momentos, conciliar vale, pero es que algunos no lo están entendiendo, que en fin, si me apuráis todo es importante, la presencia, esto es un lugar público, vienen clientes, nos ven trabajar, se cruzan con nosotros, ya veis por donde voy.


Y si no lo veis, el que vuelva a venir de vaqueros, me lo follo. Y eso va también por las tías.

sábado, 8 de octubre de 2011

Conference Call (dedicado a Tobías)



La cosa no va bien.



No sé si mi jefe se refiere a eso, a que la cosa no va bien, que este último periodo hemos vendido lo que se dice una mierda, o a que el teléfono no se oye una mierda, hay unos ruidos como de pájaros a veces o de gatos destripados otras veces.



Pero es lo que hay, ya me ven. Al menos esto es lo que hay si te empeñas en que las cosas sean absurdas. Y me explico. Estamos todos en la misma planta, en una esquina, bien de apretados que es lo que viene siendo. Yo tengo los pies de Perez-Mierda en el cogote y Susana del Olor, la que llora siempre que echan a alguien –aunque le caiga fatal- tiene, según me ponga yo, mi culo o mi mejor lado.



La bobada comienza cuando al jefe le meten todas las semanas en una sala a hablar con un teléfono manos libres que hace los mismos ruidos que mi ortodoncista cuando se me mete por las raíces. Y se mete a hablar de cómo vamos. No cómo están los cuerpos ni cómo se pasó la semana, sino de si vendemos o somos unos mierdas. Porque ahora, y pese a mis enormes habilidades como extraviador de expedientes, me han sacado de desatención al cliente y me han metido en ventas a través del conducto, que es por donde nosotros vendemos: el conducto. Ustedes y yo y ése idiota del fondo meamos por el conducto, ¿no? Pues las empresas a veces también tienen conductos y por ahí es donde venden sus cosas que quieran vender, o sea el producto que es lo que viene a ser lo que va a través del conducto. Como el pis, pero envuelto.



Y entonces al jefe le llaman, y a la vez llaman a otros jefes y les preguntan que cómo ha ido la semana. A mí me preguntan que cómo ha ido la semana y yo pues bien, pero con gases. Pero no, si eres jefe, entonces la cosa es que vendimos el pis –perdón el producto- por este conducto. Y sí, vendimos lo que se dice tantos de eso y tantos de aquello, y hemos sacado en limpio como por unas trescientas y pico kás. Porque en lo nuestro, y en lo de los demás capullos que nos dedicamos al conducto y a los meados, no hay pesetas ni euros ni veinte mil duro. Hay kás. Y no se venden. Son las kás que entran. Entraron cinco kás. De puta madre, Machín. No, no… espera. Fueron cinco millones de kás las que entraron. Machín, Machín… vale que es mucha pasta, pero si dijiste cinco, cinco han de ser, que la hoja excel se descojona. Bueno, que no vuelva a ocurrírsete. Pues así será. Pues que sea, hostias, criiiiic.



Entonces se acerca el fin del mundo, que es cuando cierran las cuentas del mes, de los dos meses, de los tres meses… y en un curso que han hecho los que llegan hasta donde nunca nadie es normal, les han dicho que hay que mantener tensionada a la gente. La gente somos nosotros: Pérez-Mierda, yo, Susana, la Moreno, Álvarez de la Gran Nada… todos los que hacemos así con el conducto y nos sentamos con los pies sobre los culos. Y tensionada quiere decir jodida, sin dormir, con la culpabilidad bien hasta el techo y la autoestima en el cajón de las fotos que nunca encuentras. Tensionada es no te mereces el sueldo, tío mierda. Somos capitalistas modernos y te dejamos que vayas un día en vaqueros y que te hagas fotos tontas en la oficina como que te diviertes, pero no jodas, no respires, no pienses, sólo están tus kás que no las veo por ninguna parte-



Tensionados es todos a las nueve cero cero en el teléfono y marcáis un número que es el que os voy a decir y uno por uno, a decir sus kás. Y el que no esté en el teléfono, en fin, que no quiero decirlo, pero me como sus huevos, hala ya lo he dicho. Es así. Es la cosa que hay, y ni ruidos ni señales del cielo, tú en tu silla, oliéndole al aliento a María de las Encuestas, con los quesos de Mendizábal –uno gordo que huele a Lexatín- en el cogote, y los cascos del teléfono –si no te los han chorizado los compañeros- y un craac y un woosh y un ¿oye?




¿Oyes? –el jefe


¿oyes? – la secretaria


¿Méndez?¿ Mendizábal? ¿ñiiiiiiic? –el jefe (bueno, hasta el ñiiiic)


WOOOOAAAASH –Méndez o Mendizábal


¡¡¡ Hostiaaas !!! –el jefe


Perdón, perdón, que lo tenía puesto en silencio –Méndez o Mendizábal


¿Oyes? –la secretaria


Ya estamos, Mariví –el jefe


No, seguro que alguno falta –uno que no saben quién es, pero es porque he puesto mi mejor voz de constipado.


Pues que se joda y se atenga a las consecuencias. Empezamos –el jefe.


A ver, ¿quién va primero?


Cuac, cuac, es… cuac kás de Perfumerías Pons …cuac este cuac deciden…


Un momento, un momento… que se oye fatal. ¿quién hablaba? ¿Eras tú Pérez-Mierda?


WOOOOOAAAASH –Pérez-Mierda


¡¡¡ Pero otra vez, qué me cago en todo, joderrrr hostiaa !!! –el jefe


¿oyes? - la secretaria


Mariví, que lo dejes ya, que estamos todos menos Hombre Topo –Susana, la cerda que me está haciendo reír sacándose los mocos y pegándoselo en la foto de los críos a uno del departamento de al lado.


WOOOOOAAASH –yo, al querer decir que sí que estaba, pero que no me acordaba que cuando das a la tecla “Activate SOund”, si tienes muy alto el indicador de Volume On, la cosa pega un petardazo que dejas sordos a todo Cristo.


Kás de Talleres Rouco, que así que suman cuacacacacaaaac –no se sabe quién es, pero creo que es uno que se ha metido en el baño con el móvil y se ha llevado el patito de goma de Álvarez Pajalarga, uno que le echaron pero que todavía no ha podido ir a recoger sus cosas.


¿oyes?


WOOOOOAAAASH


….


….



A tomar por culo, todos –el jefe. En mi despacho en treinta segundos y con el listado de operaciones.




Media hora después y con todos escondidos en la sala de reuniones del ático, el jefe se marcha a pedir una baja. ¿Qué culpa tenemos nosotros que no le entendiéramos bien, con la de ruido que había en la línea?



Ahora, eso sí, el sistema es cojonudo. Esta tarde vamos a echar un mus por teléfono, aprovechando que no hay jefe. Corrido y sin señas.

martes, 13 de septiembre de 2011

Los sonidos del silencio



Una noche desastrosa después de un día desastroso. La oficina, un asco. Reducciones, predicciones, el griterío de las almas insepultas.


El Airis, peor. Maritornes, nada de nada. Que no. Que no tengo ganas. Que estoy en esos días. ¿A los setenta y cinco años, Mari? Hala, ya me has cabreado, a la puta calle. Mondongo, dos hostias para el señor. Pero de las bien dadas.


En casa antes de las doce de la noche. ¡Qué humillación! ¡Qué vacío tan profundo en lo mío!


Ya saben. Me siento en el saloncito, a oscuras, y sólo escucho. A veces es la tele de los vecinos que no dice más que tonterías -según los mismos vecinos que siguen mirando el bicho pese a todo. Las cañerías ofrecen más información. La cistitis de la viuda de arriba empeora por momentos. Los del chalet en el secarral que ellos prefieren llamar sierra se vinieron antes de tiempo y por lo que creo que está cayendo por la bajante, algo les sentó mal. La mayonesa en climas secarrales es como un misíl balístico sin control. Lo acaba pillando siempre un malo con bigote.


A eso de las dos, silencio. O no. Un leve gemido. Muy leve. Muy pequeño. Como muy nada, no estamos aquí. Creo que o son dos gatos o es el becario del tercero derecha, que metió a la novia en casa, después de que los padres apagaran los electrodomésticos y se metieran a la alcoba principal.


Idea. Hagamos felices a todo el mundo. Yo no pude, pero al menos, ellos, no sé, qué hostia, se merecen un rozón.


Me subo al camastro. Lento primero, más al cabo subo el ritmo, más no es suficiente y termino por desbocarme. Los muelles son estruendo en la noche, los muelles no van a aguantarme, los muelles están a punto de estallar. Y me detengo. Me detengo porque me asusto de mí mismo.



Al punto, escucho otra vez muelles. Pero no soy yo. Yo paré. Son los señores del tercero, que copulan al unísono con el hijo o los gatos. En el segundo escucho réplicas. La de la cistitis se metió en el baño y por los suspiros quedos, no está sola, sino con su imaginación.



Soy casi feliz. Hasta que llaman a la puerta y es la Maritornes, que trae un par de culos de botella que le han sobrado y cara de muy mala hostia. Acaba de cerrar y la cosa se dio mal. Mucho tío que sólo venía a mirar. Anda, deja pasar, coño. El premio de las buenas acciones, supongo.

viernes, 2 de septiembre de 2011

El Santoral del Hombre Topo. Hoy: San Manuel de los Laberintos que Chocan



Enigmas, secretos, jardines, veredas.




Mujeres arañas, boquitas pintadas. Cartas. Puertas. Pasos silenciosos.







Si hay alguien a quien debo algo ...

lunes, 29 de agosto de 2011

De regreso



Es como cuando pasas con el coche por encima de un animal muerto. El tipo ya está muerto, tu conciencia en ese sentido puede con ello. Pero es la sensación de grima, asco y miedo, el hecho físico de subir y bajar por sus lomos con tus ruedas fenomenales, que lo sientes todo y no soportas el hecho de tanto sentimiento.




Se llama la vuelta y es como pasar con el coche por encima de un gato al que el atasco va destripando poco a poco.

miércoles, 3 de agosto de 2011

¿Saben una cosa?



Me marcho ahora mismo a un desierto que me está esperando.










Hay un problema, sin embargo.





Creo que no me quedará otra que volver algún día.


Si eso, ya les voy indicando.

martes, 2 de agosto de 2011

El forecast

El forecast es cuando las previsiones que son cuando dices que vas a vender o a gestionar o a ganar tanto, y luego resulta que es menos y te caen leches hasta en el epidídimo.


Se hace sobre todo para quedar bien con el jefe. Pero es más complicado que eso. Ya que tu jefe deberá quedar bien con el suyo y así hasta Dios o Rouco, que son un poco lo mismo sin serlo del todo.


Tú quedas bien con señor jefe, pero tienes que asegurar que él queda bien con el suyo y el suyo con el de más allá. Así que si dices porque crees que vas a hacer siete, dí cinco, porque así cuando hagas siete quedas muy bien, cuando hagas cinco, no quedas mal, y cuando hagas tres, te cae una hostia pero algo más flojita.


El forecast es un rato cada semana o cada quincena o cada mes, según cualcuno diga. Pero la cosa es que entonces tienes que ir y decir el futuro. Porque el futuro es importante, porque en el futuro es donde sucede siempre todo. A nadie le importa una mierda lo que sucedió ayer o antesdentonces. A nadie. Ni siquiera lo que está ocurriendo ahora. Lo importante es siempre lo que va a suceder más allá de la curva que no vemos. De eso vivimos las empresas, los pensionistas, las ICAVs que son una cosa que es para que los pobres trabajen para que las Koplowitz tengan el pelo ideal de sí mismas.


La predicción debe ser creíble. No vale decir: yo puedo con todo, porque no. NO vale decir que si hice dos, ahora haré doscientos, porque no tampoco y tampoco. Si hiciste dos, harás tres o te cortarán los huevos en juliana. Si hiciste dos y haces cuatro, te harán chico bueno y te darán palmaditas durante cuarenta seguros y luego te pedirán cinco y luego harás otra vez dos y te cortarán en juliana la parte que no cortaron la última vez que cortaron.


Cuenta el tiempo. Si lo que sea va a suceder en Noviembre, mejor que sea así, o tú serás el responsable de que haya niños descalzos o mujeres con los pechos vacíos. Si te adelantas, tampoco es bueno, porque hay que hacer lo que se dice que vas a hacer, lo importante es el futuro y que éste sea como hemos dicho que será. Si dices Noviembre y es Octubre, les jodes la contabilidad y los impuestos a las Koplowitz y ya no quieren poner más fajos entre tus muslos. Te darán y te dirán, pero tampoco será para tanto, porque al final, siempre es bueno tener más y tenerlo antes, que tener menos y no tenerlo nunca.



Es un juego de gato y mamón, a ver quién pilla a quién. Tú no puedes pasarte, pero mucho menos quedarte corto. Es un juego de seguir vivo cuando termina que es nunca.



Con ese juego vive tu jefe y el jefe de más arriba y también los dueños que dicen que su empresa hoy no vale nada pero dentro de dos meses, será la hostia. Asínque fluirán los capitales, eyacularán las aportaciones y la acción valdrá lo que nunca ha sido visto. Habrá tipos que cogerán tu palabra y harán de ella una caja y le pondrán ribetitos y la venderán en un mercado a las gentes que buenamente puedan. Y esas gentes, estupendas, temerosas de Rouco y sus diseños, cogerán los ribetitos y le pondrán otros y volverán a venderle a otros que son los que te vendieron a ti tu plan de jubilación.


Cuando al cliente le dé por recortar gastos, cuando a la fábrica no le lleguen materiales primarios en sí mismos, cuando lo que tú has dicho que va a suceder en el futuro, va y no sucede ni en el futuro ni en su puta madre, llegan todos y te matan y te persiguen y te exigen y cae sobre ti el peso de la púrpura gorda.


El forecast es Dios o Rouco o Alá. El forecast dice lo que hay. El futuro es importante. El futuro es lo único. Tenemos que saber jugar a las formas vaporosas, hacer que parezcan y que luego sean casi verdad y no nos pase nada y Rouco nos pille confesados, o como mucho, con gayumbos no muy sucios.

jueves, 28 de julio de 2011

Son días oscuros



Son días oscuros. Días que cuentas una y otra vez porque te quieres ir. O porque quieres que otros se marchen. Se acerca el viernes, pero de aquella manera lenta y exasperante que tienen algunas enfermedades que nunca terminan de concluir su trabajo.




Son días en los que quiero que pase algo, pero en los que no moveré un dedo para nada que no sea estar sentado aquí, estar tumbado aquí, mirar la pared, contar nada en concreto. La cuestión es que no ocurran las cosas, pero que todo se mueva rápido, que los problemas se autodisuelvan en sí mismos.




El jefe nos reunió para la última revisión. Ya faltábamos la mitad. Como siempre, hizo sangre, pero no tenía ganas, se le veía lento, poco entusiasmado. Nada parecido a hace unos días. Son días lentos, en los que morimos un poco, pero no resucitamos nada. Dentro de una semana, estaré en otro lugar. O estaré en el mismo.

miércoles, 20 de julio de 2011

El típico momento de no saber qué decir.

Es éste.


Por ejemplo, podría hablar del último libro que me ha dejado hecho trocitos. "Unnamed", de Joshua Ferris. Un hijo del Medio Oeste o de por allí les den, que cada vez que pone un dedo en una tecla, lo clava el cabrón.


Por ejemplo, del último disco que me rompe y me vuelve a componer. El de Bon Iver.


Pero, problema, los dos han salido en este blog, y parecería como que estamos siempre con lo mismo.


Así que como no tengo nada interesante que contar, expondré una parábola: un hombre tenía dos hijos, el primero era bueno, el segundo era malo, el primero mató al segundo porque tenía hambre y el segundo estaba a punto de comerse unos torreznos, el hombre lloró la pérdida de su hijo pequeño, pero poco porque era malo, expulsó a su hijo mayor de sus tierras, pero éste decidió que qué coño, que no se iba a ir, y que total, con la tos tan fea que tenía su padre, para lo que iba a durar, pues que lo metía en una residencia y a tomar por culo, y así procedieron, y el hijo mayor, que era el bueno, folló con su madre, ya que parece que eso tiene que ser así si quieres cumplir con el patrón clásico, vendió sus tierras y cruzó el horizonte a lomos de una burra guapa guapa, y dio gracias a Yavéh, pero también a todos los demás dioses, no fuera a ser qué, y llegó a un lugar que ponía inversiones, y allí se dedicó a comprar cosas súper baratas a gente que necesitaba pasta para sobrevivir, y se hizo aún más rico, y le dieron premios al empresario del año, y le dieron premios al hombre más elegante de la revista Telva, y finalmente, durmió muy tranquilo porque vió que todo lo que había hecho no era sino lo que se esperaba de él.



lunes, 18 de julio de 2011

Dubidú



Por razones de la vida que es muy dura, me encuentro viendo amanecer en una cafetería sin ruidos, que es algo que me da los de nervios. No hay vasos dándose de hostias en una pila, nada de los vapores del infierno, sólo tipos sentados a la barra bebiendo cafés en taza. Gente silenciosa y con la mirada baja. Culpa de sus móviles inteligentes. Están como dentro de sí mismos, no como Donald Draper, uno de mi barrio que trata de entrar en su vida y nunca lo consigue. Estos aún creen que pueden, los muy gilipollas modernos. Dícense que navegan por nubes y rutas. Pero teclean letras que imagino que llegarán a otras barras, a otros cafés en taza.


Tuve una pesadilla. Soñé que tomaba un avión y que iba con traje y que me pagaban por hacer todo eso. Era un tío que escribía un blog haciéndose pasar por mí, diciendo que va al Airis y lleva su Paroxetina a todas partes. Me aterra pensar que exista alguien haciéndose pasar por mí, me confunden los motivos. ¿Huir de sí mismo? ¿Y lo hace tratando de ser yo que no tengo ni la más puta idea de quién soy?


En la pesadilla el cabrón iba y venía, desenvuelto, moderno, maduro, triunfoso. Pero jodido también, con algo sucio dentro. Algo gris, algo como hiedra que crece. Como gases, pero peor. El tío está en un sitio que no es el suyo. Se le da todo bien, es un cojonudo tremendo, pero no es de este mundo, como el barbitas de la Biblia. Y el hijomierda no tiene más cosa ni mejor ocurrencia que venirse a un sueño a ser precisamente yo.


Abre un blog, se inventa sus gracias que son las mías, me toca bien de los huevos, me los unta de oprobio y encima la gente va a creerse que yo no soy nada, que sólo soy un invento. El personaje del blog me dirán los vecinos y las mujeres que ya no me conocen.


Me he despertado en una cafetería. No sé qué hago aquí, ni porqué llevo corbata, ni quién me pidió un café en una puta taza de colores. No sé qué quieren que haga. Pero no estoy seguro de estar de acuerdo. Si al menos estuviera cerca de mi barrio.


Miro por los cristales. Edificios. Ninguno es el mío. ¿Es una realidad virtuosa? ¿Es mi sueño todavía? ¿Cuántas veces tengo que despertar para regresar a mi escritorio, a la barra del asturiano de mi calle, al abdominal fofo de mi Maritornes?

domingo, 10 de julio de 2011

Domingo Tarde Calor



Una mujer delgada y también china. O china y también delgada. Soy el siguiente en el cajero. Espero a que termine. Somos los únicos seres humanos de la calle en este momento. Hace calor, es domingo, el mundo simplemente se mantiene escondido, esperando mañana a las seis, siete, ocho, vámonos para arriba que somos prescindibles.


No estoy nervioso. No tengo nada que hacer. Está tardando, pero la escena es lo que más ha merecido la pena ver en muchas semanas, así que no la voy a estropear simplemente porque no pueda controlar mis fluidos compulsivos. Cosa que sí sé hacer. Y desde los seis días de vida.


La mujer tendrá cincuenta años. O veinticinco y ha tenido mala vida. Me inclino por un término medio y una vida a medias. El cajero le pide un código. Después otro. Le ofrece una pantalla con publicidad de hipotecas. La Caja de Nuestra Gente, o algo así. Castilla La Mancha, Confianza. Tiene cojones, se les acabó el dinero hasta para cambiar la publicidad de los cajeros. Algo así como hemos quebrado, aquí no encontrará un puto duro, márchese a su puta choza en el bosque de los pandas.


Vamos ya por los tres cuartos de hora. La mujer recoge la tarjeta que el cajero le ha escupido. La vuelve a introducir. Ni me mira. ¿A qué coño? Ella está a por dinero, no a hacer amistades.


Qué gran lucha de dos civilizaciones milenarias. La china de los antiguos telares, la Castilla La Mancha de los aeropuertos yermos...


Han venido los de Proseguritas. Les han llamado de la central. Le dan veinte euros en calderilla a la china los cojones. Y a ver si nos estamos quietecitos ya con el puto cajero. ¿No ve que estamos intervencidos?


Me ponen mala cara. ¿Y tú qué? ¿También a hacer la gracia? No, yo sólo estaba mirando los anuncios de las hipotecas. Uno de los dos, el más bajito, uno lleno de pelillos desaliñados en el cogote me suelta una hostia. Se marchan. La mujer también.


Creo que ha vencido ella. Que les den por culo a todos.

domingo, 3 de julio de 2011

Exactamente en el mismo puto sitio de mis pies

Los topos somos casi ciegos. Nos gusta poco el movimiento. No vayamos a darnos una hostia. Y así es cómo funciona todo bien, al menos para nosotros. Nos quedamos en un lugar oscuro, escuchamos nuestros conductos, los ruidos ligeros de las válvulas, el tranquilo discurrir arriba abajo de nuestras sinapsis electoquímicas.




Y hoy es domingo. Y escucho un sonido que es el mismo porque lo repito una y otra vez y otra y una vez y siempre toda la mañana. Se llama circuital y estoy siempre en el mismo lugar. No vaya a darme una hostia.




Y hoy cae el sol a chorros por fuera de mis persianas. Piscinas y montes caen rodando por la pendiente de mi tranquila ignorancia. Yo poseo el mundo exterior y éste no deja de funcionar mal. Porque no es un circuito. Porque no conoce la oscuridad. Porque no sabe. Porque no quiere saber.




Well anyway you cut it
We're just spinning around
Out on the circuits
Over the hallowed grounds

Ending up in the same place
That we started out
Right back in the same place
Right back in the same place
That we starting out












My Morning Jacket. Un lugar. El mismo puto sitio de mis pies.






viernes, 24 de junio de 2011

Una semana cualquiera como si fuera esta última




El domingo me miré al espejo y el tipo de enfrente me señaló el camino: deberás salir a la calle y pedir que se termine el capitalismo y que la democracia sea de verdad representativa. De no hacerlo, no serás de mi agrado y por supuesto no volverás a verme. Ya me dirás cómo podrás peinarte a partir de eso.


El lunes no me miré al espejo, no tenía motivos para pensar que el tipo de enfrente tuviera nada más que decirme y no necesitaba peinarme. Abrí un periódico en el metro y un señor me llamó gilipollas desde dentro, nada más abrirlo. Me dijo que era un ingenuo, o peor, un terrorista, o peor, un abortista, un antisistema, o peor, uno que, teniendo aún trabajo, mordía la mano que le daba de comer. O peor, que no creía en mis representantes. Que tendrían que matarme y yo dar las gracias.


El martes, volví al mismo periódico, tratando de entender. No estaba el señor que me insultaba. Se ve que había salido. Otros que le cubrían la baja vinieron a decirme lo mismo, pero en peor, que si guerra civil, que si gilipollas, que si desorganizado, que si delitos tipificados en el código pentotal…


El miércoles me puse corbata y me miré al espejo. Tenía reunión con bollitos. Nos han comprado unos americanos, nos van a echar a cuatro de cada tres, pero eso sí, siempre con una bandeja de bollitos por cima de la mesa. El tipo de enfrente me dijo que llevaba un lamparón en la corbata. Es la única que tengo. Pues tú verás. ¿Y de lo otro? ¿De lo otro no tienes nada que decirme? resulta que me apunto a lo del 19J porque si no no vas a volver a salir a ver si estoy bien peinado; desde ese día, cada vez que abro un periódico, alguien me insulta y me llama asesino de niños inocentes. El de enfrente sólo me señala el lamparón. Yo no soy el que está en tu lado de la realidad, no todo te lo voy a tener que resolver siempre yo, cabrón.


El jueves, y como la reunión no fue ni bien ni mal, ni nos dijeron cuándo nos echaban ni cuánto nos iban a dar por echarnos, ni qué derechos nos asistían, pero sí que nos recordaron el concurso de postales veraniegas para hijos de empleados, decidí a la salida irme a putas. Salió a medias. La Maritornes, que es la que me lleva, libraba por una cosa de la pensión de viuda de militar, que no se la han arreglado bien y parece que ni IPC ni nada, que se la bajan porque hay una estabilidad del euro que es más importante que el ruido que le hacen las tripas a la mujer. Me ocupé con una colombiana muy agradable que no habla, que era profesora y luego se vino a mi pueblo y estuvo en un sitio de comida a toda hostia, pero la echaron y no tiene para pagarse el billete de vuelta y no hay programa social ni cristo que le haga una asignación de presupuestos. La desalojan de donde parece que era la hipoteca super fácil y remunerada del copón y queríamos ser tu banco pero claro, ahora en el paro, queremos ser tu hijoputa. La chupa bien y habla poco; de no ser porque a la Maritornes le debo un respecto y una sobresituación ya de años, a lo mejor le proponía ir más en serio a la colombiana.



El viernes y yendo yo distraído, un señor se me acercó con el periódico abierto justo por la cara del hombre que el lunes me llamó gilipollas y terrorista de esos vascos de Dildo. Que pregunta por usted, que le quiere decir algo. Yo muy mío, cogí el periódico y escuché todo lo que aquel gran liberal tenía que decirme. Que la democracia, él. Que Stalin, yo. Que los gayes son malos, pero sólo si hacen ruido y van de rojos. Que yo no tengo ninguna posibilidad. Que su grupo de comunicación es la verdadera esperanza y que la única manera posible de que volvamos a crecer es que la gente como yo simplemente se haga pobre y acepte cómo son las cosas liberales y vayamos a misa pero sin pedir nada a Dios, que no sea que tenga el día flojo y nos lo conceda y tengamos un lío de cojones.


El sábado cogí el periódico que me dieron el viernes y lo quemé en el lavabo, frente al espejo. El tipo de enfrente salió al rato, todo aspavientos. Estaba ocupado al parecer. Supongo que cagando o tocándose, porque yo nunca he visto que tenga más mundo que su cuarto de baño y todo lo más, una puerta negra que da al noséqué. Se quejó del humazo y me llamó y me cubrió de imprevistos, lo normal. Le puse el techo negro de cojones. ¿Y ahora cómo arreglo yo esto? Me la suda. A todo esto, el liberal demócrata de dentro daba un chillidos de los que dan los cerdos en mi pueblo el día de San Martín de Cuchillos Largos. Eres de papel, no te hagas la víctima. No tengo más que comprar otro ejemplar para que veas que no te pasa nada. ¿Y mi opinión?¿Y mi influencia social? ¿Y mi cabellera ondulada que sale de cojones en la foto? Me quema, me arde todo, antisistema, hijoputaa….


El domingo me asomé al espejo, el tipo de enfrente estaba rascando el yeso del techo, ni se dignó a mirarme. A partir de ahora, me peinaré a tientas. Qué fácil de decir, contestó el de enfrente desde su culo, que era lo que alcazaba a ver, subido a una banqueta roja de tres patas, idéntica a la que tengo yo y en la que me corto las uñas de los pies. A ti no se te ha puesto el techo negro, lo que por cierto es un misterio propio de mi surrealismo, que a veces se me ocurren y que molan puñados. Bueno, vale. No te creas que eres tú sólo. Por ejemplo yo voy a tener que estar unas semanas sin poder coger ni el metro ni nada con gente. El cabrón del periódico va a estar preguntando por mí a todas horas. Y mira, para una vez que la mierda se queda en tu lado, pues eso, que de puta maternidad, que me alegro a huevos llenos. Antisistema, decía el del espejo mientras apagaba la luz del baño para irme al sofá a matarme a pajas. Es que echaban Pueblo de Dios…

martes, 21 de junio de 2011

un mes tocándome los huevos



la verdad es que me prometí a mí mismo hacer de este mes de junio un hito en la historia de este foro; tenía algunas historias muy humanas, algunas reflexiones muy apropiadas sobre el fin del capitalismo y como siempre, historias de gente de mi barrio.


hubo una reunión con bollitos que fue la rehondonada, otra reunión en la que apareció una segunda paroxetina -que llevaba otro tío- y en la que acabamos todos a lácteos, una noche me habló una mujer misteriosa que andaba en sosten y bombachas por medio la calle, desde dentro de un anuncio me hablaba la muy cabrona, como para hacerme dudar de mi pacto de estabilidad.


a la hija de un vecino se le cayeron unos análisis sintácticos en la escalera y he estado tratando de entrar en un mundo nuevo y delicioso, aunque también lleno de peligros. Verbos transitivos, sujetos elípticos, subordinadas en erupción, complementos tonales entarimados... la otra tarde, estuve esperándole en el descansillo, para pedirle que no tirara los análisis, que me pasara los viejos, que yo LOS NECESITABA TANTO; su padre me dio de patadas escalera abajo. Cinco pisos y una entreplanta. Me tendré que apañar con lo poco que me dejó. Además, ya le han dado vacaciones y sus padres se la han llevado a Londres. Pero yo sé que no es verdad, yo sé que quieren separarme de mis análisis.


el montacargas de mi empresa comenzó de pronto, hace unos dies días, a oler tremendamente a una persona que amé hace un tiempo.



y así se me ha pasado un mes sin poner una puta nada en este lugar que es mi nido de ratas que soy yo que tal vez siga con ello que tal vez


puto tuiter....

domingo, 22 de mayo de 2011

Uno de mi barrio que no existe

Hace 70. Que no existe. Que no sé quién es. Pero es de mi barrio. Y me mira. Como un duendecillo frágil. Como un castillo de arena en un día de viento y olas. Hace 70. Desde hace 70. Quiero tomar mi tren.

jueves, 19 de mayo de 2011

SOL



Sol. Un punto. Pero también una intuición. Pero también una incógnita.




Recuerdo cuando lo de la República. Yo no había nacido, pero lo recuerdo. Sé que la gente se juntó, que alguno que fue mi padre y alguna que pudo haber sido mi madre, se apretaron con muchos otros y se pusieron a esperar como el que sabe que ya no hay que seguir esperando. Se pusieron a esperar algo que había llegado, que no había más remedio que hacerlo nacer. Un punto, un lugar nuevo, un espacio distinto, un escalón, un salto al vacío. Lo recuerdo porque estuve allí, aquella tarde de abril, me apreté contra todos los muros de la plaza, grité todos los ocres y los pardos que el espacio dibuja sobre las fachadas de mi pueblo, madrid, lugar de un punto.




Sol. Una intuición. Este blog. Cuatro, no sé, cuántos los años. El capitalismo ha muerto, pero vive con más fuerza, la gente cae, los parados ya no regresan a ser personas. El sistema, ¿por qué?, ¿a qué, de dónde el conformismo? Una intuición. Hay que saltar al otro lado, volvernos a aplastar contra todos los ocres, señalar con los dedos, no políticos, no banqueros, no conejitos delegados. La suma de sueldos de los ejecutivos que trabajan para las principales empresas de la bolsa de mi pueblo, que es Madrid que es un punto es mayor que cualquier necesidad, que cualquier hambre, que cualquier hipoteca impúdica. La suma de sueldos, la suma de nombres, la suma de políticos.




Sol. Sobre todo una incógnita. Una dulce incógnita. No saben qué hacer, no tienen soluciones, ni alternativas. ¿Acaso habría que tenerlas? ¿Acaso hoy, en este punto, no es muy suficiente decir que no, simplemente, sólo que no? ¿No es ése el mejor programa que existe? Hagamos que no sabemos, pero que no queremos seguir con el mundo de los ricos y los muy ricos y nosotros. Hagamos que no queremos parados ni precarios ni estafados ni engañados ni adocenados ni simplemente gente a la que sólo se le pide el voto.




Sol.




Es lo que siempre quise ser. Un punto. Una inquietud. Una incógnita. Mi blog desde que nació y yo con él.




martes, 10 de mayo de 2011

Desalojo




He decidido desalojarme. Sinceramente, me parece el acto más subversivo del que soy capaz. Llevo varias semanas escuchando frases que no son mías, pero que se han ido instalando en mi corteza prefrontal como mocos secos bajo una mesa de oficina. De la suya misma, pongamos por caso, lector que no tiene otra cosa mejor que hacer que venir a mirarme las cosas.




Una de mi barrio, una tal Anna Sergeyevna le habla a su maduro amante, a su imposible amante, uno que se llama Dmitri Gúrov, con palabras que no son suyas. Somos fugitivos, estamos siempre escondiéndonos. Y sin embargo, resulta imposible escapar. A lo que Don Draper, otro de mi barrio, replica con una cavernosa voz subcortical. Ahí está. Llevo años mirando mi vida. Tratando de entrar en ella. Y no lo consigo.




Anna, Dmitri, Donald y mis subcorticales que es donde habita el concepto de Dios el Absoluto, hemos votado y llegado por mayoría simple a la siguiente decisión: nos vamos de nosotros mismos. De nuestras vidas completamente. El motivo o razón última de todo ello es que creemos que es la única manera de soportar el dolor y el frío, la soledad, el espectáculo de vernos fuera de nosotros mismos y no poder escapar, de tratar de entrar y ser siempre fugitivos. No siendo nosotros, desalojándonos por completo de nuestra individualidad, de la existencia que nos han adjudicado, el Papa de Roma y su pandilla de motoristas no tendrán interés en salvar nuestra alma, ya que estará vacía. Larry Summers y sus amigos banqueros no podrán vendernos hipotecas y Botín y su hija no querrán ser nuestro banco, lo cual seguramente será de agradecer.




Será como estar muerto, espero. Con algunas funciones esenciales. Cagar, espero. Es mi momento favorito del día, he conseguido olvidar que alguien haya tratado de ponerle un nombre de cereales para el desayuno, ya ven cómo de gustoso me encuentro. Respirar, probablemente. Mirar poco, pensar nada, consumir cero. Sólo lo que nadie quiera, lo que no tenga precio.




Eso sería jodido. Terminaríamos con el actual estado de cuestiones. Por ejemplo, ahora que ya sabemos que hemos vuelto a perder y que Milton Friedman vuelve a ser Dios uno y en trío, lo mejor es no estar, no formar parte del cuerpo místico de la necesitamos mejorar la competitiva ni del consumo que permanece estancado.




No estamos. Ni Anna ni Dmitri que siguen viviendo su no amor a lo largo de todos los años de la Historia. Ni Donald que no entra, que no puede entrar en una vida que nunca fue suya. Ni yo, que tampoco soy real. Nada más que un hombre que vive a oscuras, que desea salir de sí mismo y no estar, no ser más. No consumir, no calzarme, no eructar, no coger el transporte público, no participar cívicamente en la jornada electoral, no ser una estadística ni un plan de captación de activos.




Ni tan siquiera un objetivo terrorista. Ni mucho menos un exponente de la crisis de fé en Europa Occidental.




Creo que es lo más subversivo que se me ha ocurrido nunca.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Ojo Por Diente.

Osama Bin Laden sería un asesino. O no. Habría que haberle juzgado para dictaminarlo. Pudo estar detrás de los atentados del 11-S o el 11-M. O no. Tal vez hubiera habido que ponerle frente a un tribunal. O muchos tribunales.


La cuestión. Ojo por Diente. Cada Ojo por cada Diente.


No sé Obama, que tan bien nos resultaba como animal de compañía, pero Gallardón y Trinidad Jiménez, el otro día, nada más conocerse la noticia del asesinato del horrible y malvado terrorista, lanzaban al aire madrileño su cariñoso recuerdo por todas las víctimas del 11-M, hoy es un día para tenerles en el recuerdo.


¿Por qué? ¿Porque se hizo justicia? ¿O porque no se hizo? ¿Se hizo justicia matando a alguien que no estaba armado, aplicándole directamente la pena de muerte -prohibida en nuestro país y en muchos más- sin haber pasado por un tribunal que analizar las pruebas, le proporcionara seguridad jurídica, le diera capacidad de defenderse, dictara una sentencia conforme a las leyes votadas en un parlamento.




Dresde, un homenaje a las víctimas de los bombardeos de la Luftwaffe en Londres.




¿Por qué Trinidad Jiménez y Gallardón y Rubalcaba y Rajoy y Esperanza Aguirre y David Cameron y Angel Merkel y Sarkozy y todos los demás no le dicen al amigo americano que matar a Osama como lo han hecho es terrorismo de estado, es saltarse las leyes internacionales y en definitiva, es ponernos exactamente en el mismo nivel ético que los propios terroristas?


¿No lo hacen porque no creen que sea así? ¿NO lo hacen porque piensan que descerrajarle un par de ráfagas al capullo saudí ése no es sólo perfectamente coherente con seguir defendiendo el estado de derecho, sino que era lo que había que hacer, y además, como decía hoy Zapatero en el Congreso, "afirmar lo contrario significa estar en una posición muy minoritaria"?


¿Desde cuándo los supuestos éticos tienen que ver con lo minoritario? ¿Desde cuándo hemos decidido que nos importa una mierda la ley y el derecho, y que en cualquier caso, ante una molestia de ese calibre, nada debe impedir que los americanos puedan percibirnos como personas non gratas?


Seguro. A Esperanza Aguirre, Rajoy, Trinidad Jiménez, Gallardón, Zapatero, Merkel, Cameron y los demás, lo que de verdad les preocupa es no salir movidos en la foto. El muchacho será negro y tendrá un Premio Nobel de la Paz, pero nada de confiarse. La carrera de uno es la carrera de uno.


Yo, desde luego, y a partir de la madrugada de hace unos días, creo que mis gobernantes acaban de inaugurar la barra libre. Las cañerías de mi vecino de arriba no paran de sonar. Se va a enterar el cabrón.

lunes, 2 de mayo de 2011

Elvira

Elvira es piedra y agua. Es presencia, es el continuo líquido del tiempo. Es una vida. Conoce todos los nombres porque todos los nombres son ella. Elvira es una niña y también una mujer que lucha. Es la mujer eterna, la que sostiene en sus brazos los dolores y las angustias de cientos. Es la mujer fuerte, la mujer piedra. Camina sobre agua, porque se atreve, porque ha querido hacerlo. Con ella, la dulzura y el coraje, la suavidad de la brisa, el enorme esfuerzo de una raíz que excava aún más tierra adentro, la amable brutalidad que parte las rocas.

Elvira vive en mi corazón, es una jovencita que sonríe y me cubre de besos. Me toca la cara y yo también camino sobre el agua.


Hoy no dejo de recordarla en una cola, esperando a que alguien abra una puerta enrejada. Valiente, nunca derrotada, nunca un paso atrás. Divertida incluso envuelta de los crueles colores del dolor. Firme piedra, líquida y suave gota, capaz de penetrar en lo recóndito y salvar con su mirada. Heridas y muerte, no tenéis espacio ni razón: Elvira hace cola cada día para romper vuestras inmensas bóvedas negras.





No es cuestión de olvidarla. Ella dice que se va, pero no es así. Nunca se marcha, no quiere, no le parece bien. No es propio de ella. Ella no se va. Está aquí y todas las cosas se llamarán Elvira a partir de esta misma mañana.


Elvira. Piedra y Agua. Mis años mejores. Mi lado de luz. Mi no miedo.

martes, 26 de abril de 2011

Poema de Amor. Plenamente Cuaresmal.




Mi barrita energética me mira desde el fondo de sus ojos propios. Me pregunta inquieta por tu tunelcito del amor. ¿Ya nunca ? ¿No hay nada más allá de los recuerdos?


Languidece en la oscuridad de mis pantalones de pijama felpa. Porque ha vuelto el frío. Llueve a tsunamis por tol medio de mi barrio. Es melancolía, al aparecer. Ni siquiera hay sentido en lo levantarme. Erguida y clarividente. En mitad del aguacero ¿acaso tú podrías darme los motivos?


No quiero hablar. Por lo menos no de esas cosas. No te agarres a que estarías mejor en fase REM, no pienso ayudarte en ese territorio de los muertos. Quiero que busques. Entrar en contacto con su esencia de oscuridad y silencio. Estás para algo.


El tunelcito tuyo del amor poco dirá, ya supongo. Posible que por él no haya problema, que no sea más que un alejamiento sin sentido que es cosa tuya. No lo ves claro, lógico. No debemos ir donde no estamos, también lógico.


Pero estamos en Cuaresma, o al menos pasamos un tiempo por allí. Era la época en la que todo se volvió de pronto chicle rosa, es laxo y se estira, las personas, el aire, los perfiles de las cosas y las cuestiones. Contamos los días, el clero hace flexiones, calienta con convencida intensidad de cara a las decisivas jornadas. Quién podría negarlo: este año deberán atender millones de conversiones. ¿Se trata acaso del último año?


Mi barrita es así como lo ve. Desde la oscuridad y el silencio.


Bien quisiera envolver tu perfil de chicle, dar vivas a la Cuaresma. Que todos seamos uno, tantos que no se pueda pedir. Con que accedas a ser accedida, pudiera ser.


Te entiendo. Muchas veces es malo. Una es peor.


Tu tunelcito del amor es lugar de recogimiento, espacio singular y acolchado de ti. Una esencia verdaderamente trascendente, una es peor que muchas. Muchas no es posible.


Ya. Claro. Sanchinarro brilla con el apagado y tenue color de un Abril que se nos olvidó por la esa zona misma.

miércoles, 6 de abril de 2011

Esto es cierto

Caixa Catalunya: ganas de vomitar. Gonzalo Fanjul, gracias.

sábado, 2 de abril de 2011

Caminando hacia el final de los tiempos


Ésta, que se ha paseado por los mejores coños de Europa… Bueno, sí, uno lo que puede pensar ante una afirmación así es que al Mierda le vendrían bien unas lecciones de humildad y probablemente ser menos técnico. Pero es que el Mierda puede decirlo con conocimiento de pausa, lo suyo.


El Mierda en un tiempo llevaba un nombre largo llenos de As, y de los apellidos nunca mencionó, pero se dice que no son fáciles de pronunciar, que llenas de salivitas al de enfrente. Era un Dios el Mierda. Ahora es un puto borracho al que se le termina el subsidio del paro este mismo mes. Y pide un favor, por favor. Mira, Merceditas, que mira cómo estoy, que tú sabes quién he sido y adónde he estado, y tú sabes.


Vete a tu nombre, Mierda. Vete y no molestes o le digo al Entrepanes que te ponga la cara inflada a hostias. No me trates así, mi vida, dame al menos un vaso de agua y me callo y me quedo aquí, al lado del Topo, al final de la barra. Esto no es un hogar para jubilados, estoy hasta los güevos de tíos que no consumen, que sólo ocupan sitio, que me gastan el aire condicionado y que encima me espantan a la clientela. Ponle un machaquito, Concepción. Yo pago. Al Mierda, todo lo que él quiera y mientras él quiera. Se agradece, Topo. Nunca se agradecerá lo bastante.


Estando El Mierda en su apogexión, en el momento de su gran momento, ¿me ven?, alguien le pilló haciendo cuentas al revés o al derecho, o él dijo algo que no debió, o no debió decir y lo hizo él, quién sabe qué coños, y nadie se hubiera esperado esto de usted. Pero no fui yo, yo sólo firmaba, buscaban un Mierda, ¿quién mejor que yo? Puta basura tóxica. La sala de contratación, ¿tú sabes lo que es una sala de tesorería? No se puede entrar así como así, yo no tenía llave ni tarjeta ni contraseña, necesitaban un Mierda con muchas As. Y de paso limpiamos varios kilos de morosidad estimulada. Y te callas, y no te metemos en la cárcel. Pero no pidas mucho más.


Yo al Mierda le creo la mitad de la mitad. Porque, no sé, no creo que se llame como dicen que se llama. Es fino de modales y cuando tira de subsidio se le ven a veces las maneras de tío clásico. Pero eso de los mejores coños de Europa..., no sé. Si se queda callado, Mierda, sólo le pago el machaquito si se me queda aquí callado y nos deja un poco de ver el partido. Que aquí ya no se fuma, coooño. Merceditas lleva el Airis con mano de hierro. ¿Y cagarse? ¿Se puede cagar? Topo, las gracias a tu señora puta madre. Entrepanes, a la siguiente, quiero a esos dos en la puta calle, cada uno con una hostia. Pero si yo no he dicho nada. Tú cállate. Tío Mierda. Sois todos unos panda de deterioros. Me estáis quitando la clientela guapa.


Y El Mierda saca un billete de cinco euros y dice. Mañana no como. Me han cortado la luz y tengo que ir al comedor de las putas monjas desde hace dos semanas. Mañana no como . Y sólo bebo agua y me hago a la idea de que es ginebra añeja de la que nos servían de pequeños en nuestro palacete de la Castellana. Pero hoy, ahora, éste que se ha comido los mejores coños de Europa, quiere gastarse su último dinero en una mujer que tenga la clase y los ovarios que hay que tener para venirse a la calle y bailarse un apretado conmigo. Minuto y medio. No da para más. Si un polvo, quince minutos, cincuenta euros, un baile, minuto y medio y sobran sesenta y seis céntimos para la dama, para que se tome lo que ella guste, porque yo no regateo ni nunca ni me vereis….



No, no le vimos. Entrepanes, que en el fondo no es mal tío, no le dejó seguir. Nos metió una hostia a cada uno, a mi porque tocaba, yo de esas no me quejo, las entiendo, hay que darle un poco de respetabilidad a los locales de putas, que además ya no van quedando tantos en mitad de los barrios, las grandes superficies, el daño que hacen, dice Merceditas.


Estamos sentados de culo en la puta calle, y Entrepanes nos echa una mirada como de a ver si me entendéis, es o esto o el INEM, no es personal, volved cuando queráis que ya no quedan muchos como vosotros.


Me levanto en dirección al metro. Podría dormir a casa, pero si llego con el metro abierto, pillo al segurata enrollado y seguro que me deja entrar a subir a por un expediente que se me olvidó. No sabes cómo están arriba, coleguita. Puramente histéricos con la crisis, muchacho. Me lo dirás a mí, que me quieren bajar los baremos. Productividad. Que soy poco productivo. Y yo les digo, pero ¿cómo coño quieren que sea productivo si todo lo que tengo que hacer es un par de rondas y tirarme el resto de la puta noche mirando los monitores?


Me doy la vuelta para despedirme del Mierda, a quien hago todavía en el adoquinado. Merceditas, que es una santa y no tiene porqué, ha salido del Airis un momento, y ahora que nadie mira y a nadie le interesa, se agarra al Mierda y bailan despacio, con una tristeza de pozo, mucho más que infinita, rodeados como por una niebla del color del silencio. Me quedo mirando con la cara de los tontitos medio débiles. Soy el único superviviente después de la catástrofe que ha jodido el planeta entero, y ellos son algo que simplemente ya no existe. Pasa el minuto y medio y otros dos o tres más, creo. Se abrazan uno al otro, como quienes sólo pueden abrazarse a sí mismos, al horror de sus vidas rotas. Terminan, no sé por qué, supongo que porque todo siempre debe terminar. El Mierda le estira el billete de cinco. Merceditas niega con la cabeza. Traételo mañana y hablamos, Mierda.


No me miran. No existo para ellos. Al final de la calle, nada. Oscuridad y nada. ¿A qué coño despedirme? Ahora si que tengo que correr, si quiero pillar el último metro.


Tengo ganas de tumbarme en el sofá del Conejito Delegado. Peerme a gusto, pegarme a su güisqui y pasar la noche pensando en El Mierda y su colección de coños europeos.


Puta crisis.