lunes, 31 de marzo de 2008

Cambio de Hora


Son ellos los equivocados.



¿Se puede saber qué haces fuera de la cama?

viernes, 28 de marzo de 2008

Historia de lo Mío - 9



Mejor no dormir en casa. El de la escalera aún debe andar buscándome. Y con los años he desarrollado digamos que una especie de aversión a que me machaquen a hostias.

Veamos. Alternativas tengo unas cuantas. Lo de mi hermana, por ejemplo. Descartado porque sería fácil encontrarme allí –vive un par de bloques más allá del mío-, y porque está últimamente muy coñazo con que si divorcia o no de mi cuñado. Y éste tampoco, porque mientras se deciden que si sí o que si no, se ha ido a casa de su santa, anciana y cabrona madre, que menuda mala hostia se gasta la suegra mi hermana. Alguien debería ocuparse de la gente así. No sé, un Servicio Municipal de Retirada de Hijoputas, una cosa del Ayuntamiento, que se los lleven a otra provincia, a ser posible, con desierto y sin carreteras, que no encuentren la manera de volverse.

Descarto a Moreno, el maricón paralítico de SSGG, ya les dije, ¿no?, uno que visito de vez en cuando para hincharme de anís, que me pone su tía. Bueno, y para tocarle los cojones, como no puede moverse de la barbilla para abajo… Claro que si me quedo a dormir, a ver si se me dispara la tía, que no se la ve acostumbrada a recibir gente con cola después de anochecida. Y yo, venga a hacerle cucamonas al impedido y la otra sacando del armario las bragas de cuando se casó con un sargento de la Legión, allá cuando el Sáhara todavía era colonia. Y para mi que los agujeros no serían de lencería sino de polillas.

Bingo. Ya está. Lo que yo decía, que tengo un talento sinnato para las cuestiones éstas de dormir en lecho ajeno. El Airis. Ni más ni menos. El sitio perfecto. Como dice mi vecino del cuarto, uno calvo con mocos todo el rato que le llaman El Papiro porque el aliento le huele a fábrica de celulosa, siempre nos quedará el Airis.

No sé si les he contado del Airis. Pero es un bar de puta madre que hay a cinco o seis manzanas mi cueva. Y en fin, que no me hagan hablar.

- Ve te a too mar pol cu lo –así, despacito, dándole su sitio a cada sílaba, me contesta Mariví, la dueña, cuando le planteo el asunto.


Mariví, la dueña, que tiene más años que los rodapiés de Altamira, no es que sea mala persona, es que está algo dolida conmigo porque ando en deudas con ella: tres o cuatro abordajes y un par de docenas de güisquises mínimo.

- Mujer, si en el reservado, ya después de iros, no queda nadie. Yo me apaño en el jergón.
- Que te va yas a too mar pol cu lo; a ti te voy a dejar aquí sólo una noche entera, con toda mi reserva de licores a tu alcance.

Me estoy poniendo cochino, pero cochino cochino. Como pocas veces me he puesto cochino. La tira granate del sujetador, ahí de medio caída… Tendrá dos mil años la muy jodía, pero ese cuello aún daría para unos cuantos sonetos de ésos de los que se leen en los libros.

- Mujer, si no te fías, puedes quedarte también conmigo.

Nunca un par de polvos –que es a todo lo que ya uno puede aspirar- me costó tanto. Claro que hubo que ajustar cuentas y derribos y acometidas del pasado aún sin cotizar. Yo le gusto a Mariví, como se moja conmigo, con nadie. Que eso me lo ha dicho ella y no pocas veces. Pero una cosa son las querencias y otra muy distinta las consumiciones sin pagar. Y si te quieres quedar a dormir, vale, pero pagas todo lo que debes, y mucho ojo con salirte del reservado. Ni a mear, es que ni a mear. Polvos, los que puedas echar. A los de esta noche invito yo, que ya sabes que contigo mojo lo que con nadie. Pero lo demás, lo que debes, y si quieres pasar aquí la noche, lo dejas abonadito todo.

- Y por cierto, ¿tú qué has hecho para querer dormir en un sitio tan asqueroso como mi reservado? ¿Quién te anda buscando? –va y me pregunta la tía entre panes.

martes, 25 de marzo de 2008

Dime cuál es tu menú...





... y no hará falta mucho más.



  • Ensalada y paella, vino, casera y agua: quince años en la empresa, jefe de primer nivel, recién separado o a punto de hacerlo, en unos años tal vez llegue a segundo nivel, pero no es probable. Poco imaginativo. Mucha televisión, menos de tres pajas al año.

  • Wrap de pechuga de pollo marinada al idiazábal, espinaca y rúcula fresca, con salsa thai. Ensalada de semillas de amapola con vinagre de curry y salsa de soja germinada. Coca Zero. 20 Minutos o Qué. Mucho menos que mileurista. Chupa pollas. Algún día llegará a tercer nivel y pisará las cabezas de los que para entonces le estén chupando las pollas a ellos. Sexo frío y lleno de poses y lencería de franquicia.

  • Parrillada de verduras de temporada. Ibérico. Habitas con salsa tibia de chipirones. Espuma de fabes con croutons de langosta al toblerone. Viña Tondonia del 98. Gafa pasta días impares.

  • Menú Happy Meal. Actimel. Gafa pasta días pares.

  • Callos y callos. Anís. Orujo. Marca. As. El Caso, antiguamente, cuando había prensa seria. Dos mil quinientos años de antigüedad en la compañía. Masturbación compulsiva, casi siempre en horas de oficina. Putero, incoherente, mal tipo. Liberal. No Future. Anarchy in the Everywhere. Hombre Topo. Y de postre, callos.

Consejos super importantes para los comentarios de la vuelta.

Tú no has pillado atascos.

A donde fuiste, se estaba fenomenal de tiempo y de gente: sol, mucho sol y sólo los del pueblo.

Efectivamente, todo baratísimo.

La paella, en fin, la mejor que has comido nunca...

Sí, de follar, lo que se dice todo el rato. Pero no te gusta comentar asuntos tan íntimos. Ella (o él) son personas importantes, y por ahora no es más que el inicio de la relación

viernes, 14 de marzo de 2008

Quince millones de desplazamientos


Siete millones y medio de niños potando,
veinticuatro millones trescientos veinticinco mil piques con el de delante,
ochocientos mil bocadillos helados de jamón tieso,
un millón sesenta y cuatro mil bocadillos más helados de tortilla de hace dos días,
sesenta millones de pises...



los Apartamentos Olimpo, la multipropiedad...Tres días dándole al tambor con los amigos. Y el culo ése, que no me entere yo que pasa hambre...


Me van a perdonar, pero es que yo soy muy de todo eso. Es lo que tiene ser Hombre Topo.

jueves, 13 de marzo de 2008

Chavales


Carne de oficinas
salen del colegio a la hora de salir
carne de oficinas....










entran en el cercanías
y en el metro
y leen
el diario gratuito
carne de oficinas




Chavales, que estudiarán mucho
y serán instaladores de antenas
y doctores
y fruteros y abogados
o incluso podólogos
carne de oficinas



Madrid, 6-3-08: Más de la mitad de las compañías de Ibex poseen empresas participadas en países considerados como paraísos fiscales, según un informe del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa (ORSC) dado a conocer ayer.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Estamos jodidos los liberales

Bueno...







I woke up, a-this mo'nin'
Cryin', canned heat 'round my bed
Run in here, somebody
Take these canned heat blues
Run here, somebody
An' take these canned heat blue-ooos.





El del bar de abajo mi chabolo me vino a contar la historia de Tommy Johnson, uno del barrio que era muy cabrón y le encantaba el alcohol de quemar. Y lo mezclaba el hijoputa con crema del calzado y tónico capilar..., cualquier cosa que le jodiera bien las tripas. Qué cabronazo el Tommy Johnson.
Era de mi barrio y hubiera hecho bien de liberal en días como éstos.

Maullaba como una gata en celo cagando cristales.

martes, 11 de marzo de 2008

De un día para otro.


Así, como suena. Nada de tal vez podríamos tenerlo o tampoco corre tanta prisa. NO. Nada de eso. Tiene que ser antes de mañana a las once. Si no, olvídate.

De un día para otro es ver quién es más fuerte, quién es el verdadero dueño del territorio. Como los babuinos cuando van a la oficina. Huéleme el culo. Pero tiene que ser antes de mañana.

¿Ves esa pila de contratos? Hay que revisarla. Pero antes de mañana.
Necesitamos el estudio previo de horas de consultoría realizadas en el último trimestre del año. El caso es que ya deberíamos tenerlo. Bueno, un día más podríamos darte.

De un día para otro. Quiere decir que alguien se ha estado tocando los cojones un mes. Y que cuando se le termina el plazo a él, te llama de un día para otro. Para antes de mañana. A partir de ahí lo que hace falta es averiguar quién de los dos puede más. Quién tiene más amigos, quién le cae mejor al de Organización o coincide en el café con Dirección General o entró en la empresa a la vez que el Vicepresidente Primero de Puertas Giratorias.

De un día para otro. Yo te lo digo, tú verás lo que haces. O te acojonas o sacamos los cuchillos. Me gusta la sangre, no salgas corriendo.

lunes, 10 de marzo de 2008

Historia de lo Mío - 8


Estaba preparado para todo, para que me insultara, para que me empiece a soltar hostias, para todo.

Menos para que se cayera de culo. Pero es lo que tienen los taburetes viejos, que no resisten ciertas tensiones.

Podría ayudarla a levantarse, pero a ver si se va a pensar que pretendo aprovecharme de ella. Que se joda. Ahora, va a tener que hacer fuerza para levantar ese culo gordo. La bata se entreabre. Un camisón monísimo con montones de puntillitas y brillos. No era ropa de gripe. Pero con eso de la libertad de culto, la gente acaba poniéndose cualquier cosa para pasar las calenturas.

- ¿Pero…? –dice ella mientras pone una mano en el taburete y con la otra trata de cerrarse la bata…

Consigue incorporarse de mala manera y medio cayéndose se marcha a la carrera de la habitación. Habrá ido al baño o a vestirse o a llamar por teléfono. Lo que sea, pero que me la suda.

No, no me la suda. Porque si a Fernández-Agrio –o cualquier otro que andara por la casa- le diera por aparecer, yo podría acabar con varios dientes por el suelo el mejor de los casos. Ese puto camisón estaba hecho para quitárselo a mordiscos, la tía tenía el mismo catarro que los muebles de mi cocina. Era un buen momento para salir de allí.

Y por los ruidos de carreras que dejé detrás de mi al cerrar la puerta, debí hacer muy bien. Igual que cuando decidí meterme en uno de los huecos que dejaba la escalera de madera del bloque entre pisos. No había ascensores, así que no tenía la más mínima oportunidad de llegar a la puerta de la calle sin que me pillara el amigo de Moreno y me dejara la cara como una alfombrilla de baño usada.

Escuché la puerta de la casa, los pasos rápidos bajando y subiendo. Escuché la respiración entrecortada de la tipa, la de su novio o quien fuera a menos de medio metro. Escuché los golpes estruendosos de mis venas y arterias que parecían ya estar preparándose para recibir pero bien…

Mala cosa. Muy mala cosa. Me iban a coger y me iban a dar hostias de todos los colores. Y todo por una foto. Que encima me había dejado encima de su mesa.

viernes, 7 de marzo de 2008

Diccionario Breve de Términos Empresariales Gilipollas. Hoy: La Gestión del Talento.


Bien, bueno, veamos… La Gestión del Talento que le dicen. ¿Cómo se lo explicaría yo? Sí, claro, cosa de gafapastas. Pero incluso más allá, es cosa de los gafapastas que más se creen las bobadas que dicen –que los hay, no se vayan ustedes a pensar.

Haciendo un poco de historia rápida, antes a los Gestores de Talento se les llamaba Capataces, y llevaban látigo y pistola (bueno, cuando los romanos, solo látigo). Eran tipos simpáticos los Capataces, abiertos siempre a los planteamientos razonables, nunca decían que no a una buena paliza. Su principal misión era obtener el máximo rendimiento de las cuadrillas que tenían asignadas –en eso no ha cambiado mucho el cuento-, y ponían sus mejores recursos en ello: que si un par de balas en la espalda, que si quemarte la casa, violar a la parienta y de paso a las ovejas que escondías en el chamizo. Gente que sabía de Gestión de los Recursos, nosajodío.

Después, cuando se inventaron las oficinas, los Capataces pasaron a Encargados y, aunque no les quitaron las pistolas, les dijeron que mejor usarlas sólo al aire libre –o en la terraza-, que dentro las balas siempre terminan rebotando y a ver si va a haber una desgracia. Los Encargados, más sutiles –habían ya ido un par de años a la escuela-, ya no aplicaban la misma violencia física en la Gestión del Recurso. Con tenerle con un sueldo de miseria, jugar con sus expectativas a base de favores y putadas en fina mezcla, ya solía valer. Bueno, y si hacía falta, tres o cuatro descargadores que te esperaban a la salida del curro y lo mismo te deshuesaban las piernas que se las comían con un par de pintas por cabeza.

Pero el invento de la época fue sin duda alguna, el miedo. Miedo a quedarte en la calle, a que tus hijos pasaran hambre, a que te pillaran robando un boli del almacén o haciendo la fotocopia el carné… Miedo a no fichar a la hora, miedo a no pedir las vacaciones según el formulario, miedo a que el jefe apareciera un sábado por la ofi y no estuvieras tú en tu mesa con de papeles hasta las cejas… Ahora que ya saben lo que pasa con la gente y también con las personas. Que, como dicen, dura hasta que dura dura. Que mucho miedo, mucho miedo, pero al final, acabas engañando a la máquina de fichar, fotocopiándole los libros del bachiller a tu hija y metiendo en las hojas de gasto la compra de la semana, qué coño.

Y como todo evoluciona y las empresas y las oficinas también, pues ahí siguen inventando sus cosas para que los jodíos empleados no sigan tocándose los huevos ni haciendo de su capa un rayo. Y ahora, en lugar los Residuos Humanos, lo que se gestiona es el Talento, que es lo mismo pero no es lo mismo. A ver si me lo explico. El Talento es eso que llevas dentro, que siempre tienes algo. Que puede ser mucho o más bien una pelusilla de Talento, pero algo llevas. Y entonces, los gafapastas van y dicen que “el activo más importante de esta organización son las personas”, que es la manera fina de decir “hijoeputas, cabrones, ya está bien de tocarse en lugar de estar a lo que se está, y hacerme el favor de moverme los expedientes, que llevamos diez días con la redefinición del proceso y lo tenemos todo como el primer día”.

No sé si me explico, pero Gestionar el Talento es como cuidar a las cabras: que coman y no se desmanden, que hagan su curro y no pidan ni pregunten ni se lleven bolis. Es la manera moderna de hacer lo que se hacía antes con el látigo. ¿Y por qué es moderna? Porque lo que se busca es que el esclavo se lo crea, le guste el látigo –como si fuera más soquista o asina.

El Talento es eso que tenéis todos, nos dicen. Ahora nos toca a nosotros cuidarlo, y regarlo y hacer que crezca y ponerlo en el sitio donde más mole. Lo cual viene a ser que te dan una mesa al lado la puerta los baños, o no, puede ser peor, te dan cuatro mesas para compartir entre cuarenta –que de eso ya hablaremos otro día. Y ¿todo eso a cuenta de qué? De que tienes Talento y te lo están gestionando, chaval

Que es que hay que decírtelo todo. Anda, tápate, tápate…



Uno de los primeros workshops de Gestión del Talento

martes, 4 de marzo de 2008

Anécdotas liberales.


Héte aquí que, según un tío que salió ayer por la tele del Airis -me dijeron después, que yo estaba entretenido en el piso de abajo de la Candeli, estrenando el rasurado- el precio de los huevos se multiplicó por tres cuando el último gobierno de los liberales.


¿Y qué querían?


Pues menudo descrédito si lo que llegan a subir son los actimeles.


Joder, que somos liberales. Que algo tendrá que notarse.
Coño.

domingo, 2 de marzo de 2008

Sí, hombre, el ocio creativo...

Llamar al cuñado. Y si no está, al Mocos, el de Planificación, que también puede valer. Irnos al mercadillo a mirar grifos. Después, unas navajas y después de después unos tigres. Y después, a echarse la siesta. Vísperas... Así que a la noche, a echarse un flex con la Encarni, que luego no diga que no hacemos gasto.

Hace un par de meses, nos dieron una charla sobre el ocio creativo y la contribución al bien común. Los de Personal, que se ve que creen que estamos en la vida para algo.