sábado, 28 de marzo de 2009

Todo el mundo va de algo

Todo el mundo va de algo. Nos han vendido la idea de que somos únicos e irrepetibles. Nadie nos obligó a comprarla, pero es como si nos hiciera más falta que el aire. Todo el mundo empuja con el carrito y pone cara de prisa o de importancia, o de todo junto. Todo el mundo compra productos étnicos y jamón del bueno y cerveza de la abadía.

Todo el mundo tiene un Audi con cuatro puertas y ruedas gordas y carrocería de hasta el fin del mundo y volver. Todo todito el mundo es único, y va a los centros comerciales y a esquiar y sabe de placas térmicas autoajustables lo que se dice un huevo y si les da la gana montan un pollo en el LeRoy de Berlín por no tener de ésas.

Todo el mundo es autosensible y multiajustable y perturbadoramente personal. Todo el mundo tiene su propio estilo y sabe encontrar lo que nadie hubiera jurado en el C y el A y es muy de Desnivel o de Bolsos Mari que está en la esquina.

Todo el mundo eres tú, capullo. Y yo también, pero menos porque soy el que lo ha escito antes .

Todo el mundo estamos en el Maxicines City Big, y a ver si avanza la puta cola de una vez.



1 comentario:

Anónimo dijo...

De pequeño estudié que las definiciones se hacían buscando dos elementos: 1) el género común; 2) la diferencia específica. Por ejemplo: homo (género); sapiens (diferencia específica).