jueves, 29 de mayo de 2008

Soy un liberal. Tengo empatía.




Pues sí, nos han reunido a todos en la sala de reuniones buena, esa que tiene los ceniceros de cristal gordote, pero que no se puede echar la ceniza, que están para adorno, que aquí somos mucho de estas bobadas. Y como quien no quiere la cosa, el jefe de departamento nos ha expresado su enorme preocupación por la ralentización de la economía y sus malísimos efectos sobre nuestras nóminas.

Y no, no es que me esté haciendo el gracioso, ni vaya yo ahora de pose. Que el tío está preocupado de verdad. Si le hubieran visto la cara que se le quedó cuando le dio por ponerse a llorar a Conchi, una que lleva siete años con contrato mercantil y acaba de quedarse en estado bombo.

Ochocientos cincuenta y un euros con setenta céntimos.
Al mes.
Y sin tickets de comida.




Once I was young and impulsive
I wore every conceivable pin
Even went to the socialist meetings
Learned all the old union hymns
But I've grown older and wiser
And that's why I'm turning you in


So love me, love me, love me, I'm a liberal

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