jueves, 21 de febrero de 2008

Grandes Personajes del Momento de Ahora Mismo. Hoy: Ould Baballah



Túnez es un país de puta madre. Bueno, siempre que seas turista turoperativo o familia del presidente, que es como le llaman allí al encargado. O ya puestos, el presidente mismo. Que si eres de ésos, no lo niego, qué playas, qué palmeras y qué pastelillos de miel sobre hojuelas. Bueno, y las ruinas de los cartagenésicos, que qué ruinas de cartagenésicos, que metes la cabeza por una agujero y haces fú y suena de la hostia. Y el shopping por la menina, que se encuentra de todo lo que allí saben hacer. Yo me llevé un escorpión disecado. Lo tengo puesto en la ofi y no veas el susto que da.

Pero si no eres de esos, te debes comer una mierda. Pinchada en un palo, que se ve que les gusta mucho eso. Se lo digo porque una vez la empresa nos llevó de viaje al Tunning ése. Una cosa de un premio que, los cojones, ya me lo podían haber dado en magnético, pero no, al Tunilín en plan precio de grupo y compartiendo habitación con Fernando Alonso, uno que se llama igual que el chofer ese tan famoso, pero que es de ventas y le huelen los pies igual que el Metro cuando están de obras.

Pues en ese país o nacionalismo que es, y que está de arena lo que se dice hasta por dentro del forro, lo de encargado tiene una poca de trajiná. Que lo acabas de mandar de barrer, y recién han terminado los esclavos, y va y se levanta un ventarrón de la hostia en sí mismo y ¡hala! todo el esplendor berebere lleno polvo.

Así que la gente, que ya sabemos todos que es como es, y allí pues también, pues que no hace más que quejarse y hablar mal del encargado. Luego, eso sí, pa votarle ni Dios tiene huevos de decirle que no, que sale el tío con el noventa y cinco o el noventa y siete y medio por cienes de todas los sufrascos y referendaciones que le hacen en el Tunecín, que allí son muy partidarios.

Pero es triste. Votarte te votan, no hay más cojones. Pero luego, venga de quejarse y que si esto y que si lo otro. Y tú, que te dejas los lomos para que salga todo fenomenal –como en la boda de unos primos que tengo en Albacete que quemamos la iglesia y todavía se ríen en el pueblo de lo que lo pasaron-, y que te preocupas de salir toditos los días en el periódico: que si inauguras un colegio en medio de todo el puto desierto, que si recibes a una comisión de grupos de danzantes centrífugos,... que es todo muy cansado, vamos.

Y la cosa no es de ahora, no, que el encargado del Tuntún lleva mínimo veinte años encima de todo lo que se mueve, y que la gente eso no lo tiene en cuenta, y que es muy fácil de criticar, pero más triste es de robar.

Pero lo del Personaje Máximo de Hoy es para mear y no echar mota. Que se llama, atención con el nombre, Hedi Ben Amor, pero todo el mundo le dice Ould Baballah. No creo que sea para hacerlo más fácil, porque ¿han probado a decir Ould con la boca llena torrezno? Pues no lo hagan. Y si lo hacen, búsquense antes un bar discreto, que no lo conozcan y no vaya a volver, vamos.

¿Y qué con el Amor?, me dirán ustedes. O no me lo dirán, que a mí eso ya ven, porque se lo voy a contar igual, y se pongan como se pongan. Pues que el tío es humorista y estando como están las cosas y en un sitio como Tunante, ¿a quién conio se le puede barruntar idea más gilipolla que imitar al encargado, digo, al señor presidente, en plan espectáculo y risas y así?

Pues caerle hostias le han caido ya a puñados, que no sabe ni por donde le vienen ya. Que hace un año le dio por echarse unas risas, y tres días a base de hostias, que el encargado debía estar en plan “que por ser la primera vez, no nos vamos a esforzar”.

Pues así estamos, que al muchacho, ya recuperado de la primera se conoce, ¿qué creen ustedes que se le ocurre? Repetir. ¡Hala! ¡Para qué las prisas! Sí, vale que era una fiesta privada y en un chalet enlutado y todo lo que quieras, Zulema mía, pero que un poco más de vista y de pensarlo y de no andar jugando con las cosas, ya podía haber tenido. Bueno, vale, que un fallo lo tiene cualquiera. Grave es que uno no sepa las reglas básicas, vamos a no hacernos daño y todo eso, pero ya de lo malo lo peor es que encima insistas, majete. Que te van a caer las que no han escrito, que ahora ya no te quitan la mano de encima.

Le ha caído un año dentro la lata, como diría el que asó las croquetas de camello, y encima pagando, que allí el encargado es muy mirado para eso, que te meten en el chisporro y encima te cobran la estancia. Y a la salida, le va a tocar barrerse todo el puto desierto de los cojones. Que para qué las prisas, digo yo.

Bueno, pues eso. Por méritos propios y porque además se lo merece, Ould Baballah, o sea, el Chico del Amor que se las lleva todas, al pedestal de las Grandes Figuras del Momento de Ahora Mismo.

Y me voy a echarme un cuscús, pero de los de aquí de mi pueblo, con su chorizo y su morcilla, que para eso les ganamos la Reconquista.





Ese presidente que
llega una noche
mamao a su casa.....

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sorry. Look please here