martes, 6 de mayo de 2008

Mi visión personal del turbio asunto del dos de mayo.

Estaba yo tal que el día ése del dos de mayo echándome un carajillo por las entrañas a eso de la sobremesa, cuando, justo unas mesas más allá, empezaron a discutir unos que estaban allí con sus cosas y yo con las mías.

Que si se estaba dando una versión muy interesada del dos de mayo, que si para versión interesada la de vosotros los liberales hideputas, que se os estabais apropiando del término nación, que eso seréis vosotros los rojos que todo lo queréis joder y más el concepto de nación y libertad y si no llega a ser por una que era de Malasaña y por dos o tres que ahora tienen calle –pero que nunca puedes aparcar-, pues que ahora seríamos franceses y nos obligarían a tomar cruasanes en el desayuno y al que pidiera porras, se le fusilaría, porque los franceses son malos y envidiosos, todos menos Zidane que como es moro y jugó en el Madrís no cuenta.

La cosa iba en crescentendiente -que se dice-, y se venían ya las hostias, insultos y faltas de respecto, cuando en ésas entró una tía que estaba más buena que cincuenta tías buenas, y se acabó la discusión y nos pusimos todos a mirarle el culo que se le salía por el taburete y que vivan las dos españas.

Y eso es lo que yo venía a contarles en concreto del asunto de este tema, que como habrán podido desprenderse, me importa lo que se dice un pedo pa dentro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por Dios, Qué dos de mayo más cojonudo!!

Anónimo dijo...

Y, si no tienes incoveniente, te he enlazado en mi blog.
Un saludo.

el hombre topo dijo...

Faltaría más, el gusto es mío, pase usted primero, deje salir antes de entrar, no le compre caramelos a los niños, y por supuesto, jamás les de de comer pasada media noche.