domingo, 2 de marzo de 2008

Sí, hombre, el ocio creativo...

Llamar al cuñado. Y si no está, al Mocos, el de Planificación, que también puede valer. Irnos al mercadillo a mirar grifos. Después, unas navajas y después de después unos tigres. Y después, a echarse la siesta. Vísperas... Así que a la noche, a echarse un flex con la Encarni, que luego no diga que no hacemos gasto.

Hace un par de meses, nos dieron una charla sobre el ocio creativo y la contribución al bien común. Los de Personal, que se ve que creen que estamos en la vida para algo.

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