martes, 9 de diciembre de 2008

Son malas fechas - 2






Son malas fechas. Sí que lo son. Vean, si no. El concurso de fotografía para empleados fijos, es decir, no subcontratados, ni sujetos a contrato por mercantil, ni tampoco los de jornada reducida, ni los que se van al paro cuando llegan las vacaciones. Para empleados. Se entiende, ¿no? No, tampoco pueden participar los de Servicios Generales, ni la Subcontrata de Limpiezas, ni el pistolero de la puerta. ¿Que tienen muchas sensibilidad para echarse fotos? ¡Pues que se vayan a su puta empresa a que les hagan allí el concurso!

Hay doce ganadores. No sé qué les dan, porque a mí nunca me lo han dado y no le he podido preguntar a ninguno que haya ganado, porque quince años que lleva el concurso, no conozco a nadie que le hayan dado una mierda. Son todo nombres raros, gente como de Vigo o Ceuta, no sabría decirles. Me imagino que se lo dan a ellos por quedar bien con las autonomías y las nacionalidades de en cada sitio haz lo que toque. O que a lo mejor lo tengan por contrato. Para compensar que haya tickets de comida en sus lugares propios, que en Ceuta todo lo más te ponen en el contrato un bocata diario panceta o atún escabeche para el que le ponga reparos a nuestro buen amigo el cerdo.

Pero, ahora que estoy pensando… Sí, claro que conozco a algún que otro ganador. De mi oficina. Seguro. Pero me parece que son todos de la diecisiete. Sí, la planta noble, esa que no puedes pisar si no llevas veintiocho certificados y permisos y plácemes. Como cuando no te dejaban tus padres entrar en el salón porque tenía el suelo con maderitas, no como en tu cuarto que era de linóleo rasposo.

Ganador y de la diecisiete. Ya me les veo de venir: que si vuelvo a ponerme demagótico, que si lo de siempre con los arriba y los de abajo… ¿Y qué quieren que yo le haga si es siempre así? Fotografía ganadora del año pasado: Merceditas Sáenz de Paddle, veintidós años, súper cuerpo, súper padre y súper madre. Súper. ¿Responsabilidad en la empresa? Súper no se sabe. Pero súper foto con triposte y velocidad de obturación como súper rápida o súper lenta: una rana de colores saltando en el aire con cara de rana de colores que salta en el aire. Lo clásico si eres un genio.


Segundo puesto: Foto de ocho niños peleando por un bocata atún, poniéndose perdidos, madre a punto de meterles unas hostias por el efecto de lo anterior. Audaz balance de blancos, extraordinaria profundidad de campo, no menos impactante tiempo de exposición. Autor: D. José María Maribel Yoportí-Loquesetercie, delegado de la empresa en la región de Adanero. Notable reflejo de la situación de exclusión social de la infancia en los barrios periféricos. Los niños y el bocata, al parecer, los ha puesto él de suyo.

Y así hasta hacer las doce ganadoras. ¿Y que por qué doce? Porque no son diez ni quince las hojas de la mierda calendario de mesa que nos ponen a primeros de cada anualidad para que sepamos que hoy es martes y nueve por menos de lo que parece. Que cada hojina lleva su foto ganadora y los títulos son todos para echarse a potar montones de regurgitados: “Amanecer” (las comillas no son mías, las pone cada concursante de su propio sueldo), “Diferentes. Iguales”, “Esa Mano Amiga”, “La Importancia de una Sonrisa”. Te cagas vivo con la monería que reina en el ambiente.
Cualquiera diría que en nuestra empresa no hay capullos y que estamos hasta arriba de buen estar. Pues lo que es yo, no me quedo sólo en mi planta a partir de las cinco y media de la tarde, que a más de uno le han encontrado días después en la trituradora de papel confidencial.

Interesante el caso de Agustín Díaz Íñiguez Todoconzeta, Director Comercial del Valle de Liébana, que lleva ganando cinco años ganado con la misma foto. Lo que pasa es que la pone de lado, le quita los colores, la amplía y saca sólo un trozo de la cosa… la misma foto cinco veces, y cinco premietes para la buchaca. Oyes, y debe ser bien jodido. Aunque, claro,con la cosa del paisaje y el tipismo y la tradición tan nuestra, pues como que vale para lo que te quieras poner cualquier día.

No les he contado, cosas de la mala memoria y los doce chupitos de anís que llevo (vuelta de puente, mucho que animarse), que el capullo de Personal que organiza el concurso propone cada año un lema. Por ejemplo, este año el lema es “El Medio Ambiente”. Y entonces tú le tienes que hacer una foto a la Merceditas con la teta al aire, como en plan ecologizante y sin poner cara de muy puta, y le pones el título de “Para Energía Renovable, la de esta jaca” y lo presentas y al rato baja un tipo con la cara roja y te monta un expolio y nos damos una jartada de reírnos todos.

Aunque hay gente que no, que se lo toma en serio, y hace una foto como abstracta, de un cubo de hielo con obturador rápido o qué sé yo, y le pone “Paremos el Calentamiento Global” y si es familia de alguien o trabaja en la diecisiete, o viene de la oficina de Ciudadela, pues van y le dan el sí quiero, y ponen la foto con su nombre en el calendario.
Y en la Intranet le dejan poner un comentario tipo “con este trabajo lo que en realidad he querido reflejar…” y cosas del calibre ése que es un coñazo. Con este trabajo, majete, lo que has querido reflejar es un hielo. Y si hubieras querido reflejar otra cosa, pues haberle tirado la foto. Qué coñazo son los que aún se creen que el mundo es mejor porque están ellos en él.


Como no han dejado poner maldita la foto este año, aquí se las dejo. La he llamado: “Regresemos a lo Natural”. Pertenece a mi serie de autorretratos. En realidad, lo que he querido reflejar es lo caro que se están poniendo las bananas, y por tanto la enorme necesidad que hay de protegerlas, especialmente a la mía propia.
El problema es que no creo que me dejen expresarlo. Justo veo al cretinopollas de Personal con la cara algo desencajonada, que viene para acá…


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