lunes, 3 de diciembre de 2007

Camino al trabajo



Toda esta gente a mi alrededor, ¿en qué andarán pensando? ¿Habrán amanecido también con las sábanas mojadas? Dicen que en el fondo, todos nos parecemos. Yo no lo sé, pero esta mañana he plantado un pino de cinco hectáreas. Ya saben, esas son las pequeñas cosas que le hacen feliz a uno. El lunes mola. Está lleno de mal rollo. Casi puede tocarse de tanto que hay.

5 comentarios:

iperico dijo...

Siguiendo la línea escatológica ¿cuánta gente caga los lunes indefectiblemente? (Si el adverbio modifica al verbo, parece que hablo de una cagada sin defecto, pero lo que quiero decir es que todos los lunes cago). Pues sí, y yo soy algo estreñido. Es una prolongación del síndrome "cagalera dominical previa a día de cole" de la infancia. ¿A que no somos tan distintos?

Por aportar al debate, más que nada.

ATT dijo...

No sabría decirte, IPerico. Para mí, el lunes, en ese sentido, es igual que el resto de la semana. Tres veces al día, como un reloj.

el hombre topo dijo...

Deduzco que lo de las sábanas mojadas es tema tabú, dado que mis admirados colegas han ido directamente al asunto del pino (¿puente?).

Trato de establecer si mis colegas tienen menos de quince años o más de sesenta. Ninguna de las posibilidades entraría en el target de este blog.

iperico dijo...

yo es que sólo mojo las sábanas cuando babeo

El Profesional dijo...

He mojado mis sábanas blancas, recordándote...

Es lo q tiene lo latino, q dan ganas de cagar.