jueves, 30 de diciembre de 2010

cifras y letras



Se termina un año. Y la sensación es como la necesitar mucho ir a cagar, pero no poder. El vientre como un puto balón, lleno de gases y de antimateria; las piernas cada vez más pesadas. El lunes estuve en el reconocimiento médico de la empresa. La doctora me llamó obeso de grado uno, y yo la dije puta. Total, un desacuerdo más. Todos son desacuerdos últimamente. Hay un ministro pijo de la hostia que, antes de ser ministro fue banquero y que dice que si te suben la luz, te tomes una café más al mes. Te pones más nervioso , pero hace como que no te enteras del sablazo de encender la nevera o poner las noticias de los muertos que dan en las teles. Hoy contaron algo de una viva. Una pibita que pagabas por tirártela. Una menor que ahora parece que hay prisa por quitársela a los padres, aunque la presidenta de la cosa, que también es una pija y que antes de ser ministra, fue simplemente rica y propietaria de más hectáreas que de pelos en las piernas, dice que a lo mejor, no sé, es posible, aunque no creo que hubiera negligencia.



Así terminan los años, con montones de muertos que nadie sabe por qué se murieron. Una puñalada, un terremoto, un obispo que te cae desde lo alto. Cualquiera sabe por qué se muere la gente y por qué no puedo cagar de una puta vez tanta mala hostia como llevo en los costados. Obeso de grado uno. Lo peor. ¿No podría firmarme usted lo de Obeso de grado siete en la escala Richter? Algo que dé un poco más de prestigio, cojona. Y a cambio retiro lo de puta. Me parece un buen cambio. Es sólo que estamos en navidades y todos los hombres de buena voluntad tienen su puntito, ¿no le parece?



Se ha terminado un año pero a los chinos eso les parece un puto pedo. Ellos nos sacan montones de miles de años de ventaja y se sacan su Año Nuevo según les venga a los colegas de Usera y Lavapiés. Son lunisolares los chinos. Eso es que van con la luna, pero no siempre, que les da el punto y se vuelven solares de cojones. Y entonces, suele ser que los nosotros nos pilla mirando a Cuenca y nos la meten doblada y se cargan el Estado del Bienestar y lo sustituyen por el Socialismo Capitalista que da gusto y que en realidad para ganar más pasta, las clases medias como que sobran, y los beneficios sociales tipo comer y dormir y ponerte bueno cuando estás jodido, no ayudan al desarrollo de los pueblos ni a que la riqueza se reparta. La presidenta que es pija y con hectáreas y el ministro banquero que se toma un café de más todos los meses, son muy de los chinos; ultraliberales, que si los pobres quieren algo pues haberlo pensado antes de hacerse pobres, que el mundo está lleno de aprovechados y hay que subvencionar a las eléctricas y dejar que las hijas de los obreros se metan a putas, que para eso las quiere Dios a las que no tienen apellido compuesto ni botas de Loewe.



Los años empiezan y se terminan ante la indiferencia de los chinos y el cabreo de los islamistas, que tienen menos años que nosotros, pero llevan velo y dicen que somos unos pecadores que nos van a cortar todas las cuestiones y varias veces además. Yo bien quisiera tirarme un pedo de los que luego te tienes que ir a que te den puntos, o cagarlo todo, poner el mundo perdido de antimateria, pero claro, dice el cuñado que nada de big bangs, al menos hasta mañana por la noche, que compró el semiseco de oferta y no va a ser cuestión de quedarse sin probarlo. Que el día uno haga lo que se me ponga en la montera. Pero que tenga una caridad, por el amor de Rondel.

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