lunes, 14 de abril de 2008

Los kars


O karts o kras o como coñios se llamen esos bichos. Que te subes a uno y metes el pie y no se mueve, y luego tienes que hacer asina y asina y tiene que venir el muchacho a movértelo y ya, zaca, a toda hostia por el circuito, que en la primera curva ya te has dado un hostión.

Es la moda, ustedes seguro que ya han ido. Por lo del work team group, ya habrán escuchado. Que es como que te llevan a un sitio para que luego te lleves bien con el hijoputa de enfrente tu mesa. Te pueden llevar a matarte contra una pila de neumáticos viejos o a pegarte tiros como de pintura que duelen un huevo en medio el monte o a hacer que tienes que huir de una cárcel del siglo tal y salvar el mundo de la extenuación.

Lo que pasa es que esas cosas ya se saben cómo acaban: que te picas, te picas a ver quién es el chulo que más mea del departamento y acabais todos a hostias. Eso sí, siempre ante la sonrisa extensa y complacida del gafapasta con brackets y apellido compuesto, que ya le han comentado en la escuela de negocios que todo es poco para fomentar el ambiente de equipo, no te jode.

Porque llevas veinte años odiando al mierda de Urbasón –bueno, se llama Claver, pero da como alergia cuando te acercas a él-, por pelota y por cabrón. Y ahora resulta que somos del mismo equipo y que si no es por nuestras pistolas láser la tierra se va al mismísimo agujero del culo. Pues por mi, ya le pueden ir poniendo tiritas, que ya me tiene el Urbasón hasta los huevos del nivel de energía de mi pistola o la reentrada en la atmósfera.

Pero como somos un equipo y tenemos que tener espíritu de esas cosas, el gafapasta dice que tenemos que ir más a esas cosas y ayer nos metió una de kars o cras o eso. Y me puse moreno casi de hacerle putadas a los compañeros, de cruzarme y embestirles y para qué te cuento que todo es poco. Y luego encima que si merienda con barra libre y foto dedicada y yo que sé las de las cosas que se les ocurren.

Ayer había gran premio al más nosequé, que el caso era el trabajo en equipo y la iniciativa personal. Pérez Pulgas se fracturó una costilla, a Manoli, la de una teta de cada tamaño, le entró un ataque de lágrima viva, Moreno la nueva se metió tal hostia contra los neumáticos que hasta las tres de la madrugada no pudieron sacarla del lío.

Espíritu de equipo, el mejor, eso sí. El departamento más unido que nunca. Que yo fui el único culpable de todo, dicen.

Lo que no entiendo es ese odio hacia mi persona, ¿no he sido yo el que les ha puesto a todos de acuerdo? ¿es o no es eso trabajar por el equipo?

2 comentarios:

ATT dijo...

Sin duda, Topo, eres un incomprendido.

el hombre topo dijo...

No le quepa.


Duda.