miércoles, 9 de enero de 2008

Nunca te metas en peleas. Al menos si no tienes todavía el Doctorado en Hijoputa.

Sánchez Caspa lleva ya varias semanas tocándome ahí. Y yo no estoy para muchas festividades, qué quieren que les diga. Así que a ponerle en su sitio tocan.

Lunes, primera hora. Miro mi bandeja de entrada. Tengo un correo de Sánchez Caspa con copia a un montón de jefes reclamándome por decimoquinta vez un listado de aceptaciones de autorización. ¿O a lo mejor era un formulario para el aprovisionamiento de material fungible? Da igual, que le den bien por el culo. Y me viene bien que copie a todo Cristo.

Lunes, primera hora de la tarde. Me marcho a casa. ¿Lo de Sánchez Caspa? Evidentemente, no he hecho nada. Le contesto al mail, pero con algunos pequeños detalles de mi cosecha.
Primero, pongo Sánchez-Caspa en el To:, así con un guión. Copio a más gente todavía, planifico el Outlook para que mi correo salga a las tres de la mañana (sí, se puede hacer y no, no pienso decirles cómo) y redacto lo siguiente:

Estimado Juan (funciona mejor usar el nombre propio, es más íntimo):

Ya ves a qué hora te contesto, pero es que acabamos de terminar ahora con la actualización del inventario que nos pidió hace tres días Dirección General. Me hubiera encantado atender antes tu solicitud, pero quitando la media hora de comer y los quince minutos que hemos tenido para dormir estos días, no me ha sido posible hacerlo.

En cualquier caso, y como acabamos de terminar, te contesto. Me llevará algo de tiempo reunir la información, como ya te comenté en mi mail de hace dos semanas
(mentira, ese mail nunca existió), aquel que tú me respondiste diciéndome que no era urgente, que podías esperar (otro mail que jamás se ha enviado ni recibido, pero quién va a darse cuenta). Además, y como te comentaba, nos hace falta que adjuntes la relación completa de códigos de imputación, tanto por centros de trabajo como por departamentos, sin olvidar los cruces por áreas horizontalizadas ni por organizaciones matriciales, que si no, queda todo desvirtuado.

Mañana pretendo cogerme el día, mi mujer tiene médico y me gustaría acompañarla, es lo de la biopsia ésa que te comenté el otro día. Parece que no tiene muy buena pinta, pero en fin, la esperanza es lo último que se pierde. ¡Ojalá pudiera dedicarle algo más de tiempo!, pero claro, con este ritmo de trabajo…

Martes, paso todo el día tocándome los huevos sin mayores incidencias.

Miércoles, ídem.

Jueves, última hora de la tarde. Correo de Sánchez Caspa. Irritado no es la palabra, la palabra es borde, grosero e impertinente. Leche, me han salido tres palabras... Bueno, que a lo que íbamos. Que me la suda el correo del muchacho.

Viernes por la mañana. Como el correo con el guión lo ha recibido todo el mundo menos él –para eso lleva el guión, para que el Outlook no reconozca su nombre y me lo devuelva-, y como, en una lista de copiados de sesenta o setenta tíos, nadie repara en un guión de más o menos, el resultado es que todo el mundo ha podido ver mi contestación de las tres de la mañana (enviada a las cuatro y cuarto de la tarde). Todo el mundo ha podido leer lo de la carga inhumana de mi trabajo, todo el mundo sabe ya lo de mi tragedia personal, el cáncer que se está comiendo a mi mujer (que no tengo), y lo gran compañero que he sido contestando tan puntual como correctamente a Sánchez Caspa. Todo el mundo sabe que Sánchez Caspa me debe la relación ésa de códigos, relación que no sólo no existe, sino que me he inventado. Todo, pero que todo el mundo sabe que en lugar de marcharme a mi casa, después de tres días con sus noches trabajando, me he quedado a contestar a Sánchez Caspa en lugar de ir a ver a mi pobre esposa, que está sola y enferma, y seguro que además nadie se estará ocupando de mis pequeños. Todo, todo el mundo. Menos uno. Sí, ya adivinaron quién. Bueno, sólo si contestaron Sánchez Caspa y sin guión.

En eso que el de Administración, que no tiene ni idea de códigos ni de matrices departamentales, llamará al de Personal, que a su vez estaba a punto de darle un toque –y eso que no tiene ni puta idea de que sigo tan soltero como el día que me parieron- para quejarse del estilo de relación entre compañeros que parece estar imponiéndose en la empresa. ¿Pero a qué extremos de despersonalización estamos llegando? ¿Es esto lo que se entiende por trabajo en equipo? Pobre Hombre Topo, qué trato más inhumano, no hay derecho. ¿Y Sánchez Caspa? (a esta altura, el guión se lo puede ir metiendo ya por mitad del esqueje)
¿Es que son ésas maneras de dirigirse a un compañero que lleva varios días con sus noches trabajando por la empresa? Pero eso no es lo peor, lo peor es que encima Sánchez Caspa ignora lo que le están pidiendo. ¿No ve que sin los códigos no se puede hacer nada? ¿Quién se ha creído que es? Administración y Personal llamarán a Ingeniería de Procesos, y los tres juntos quedarán en la puerta del despacho de Código Ético, donde previamente se habrán citado también con Organización, Calidad y Medios. En la imposible hipótesis de que el caso llegara a oídos de mi jefe, éste sacaría pecho hasta que se le saliera por las comisuras de la Ralph Laurel. Sí, sí, ése es mi chico, mi Hombre Topo, no dejo de decirle que se tome las cosas con más calma, pero él, por agradar a un compañero…

Sánchez Caspa será llamado al despacho del Director de Personal el viernes, más o menos a la misma hora en la que yo iré ya por el tercer vermú. Hoy he elegido el bareto más cercano al edificio de mi empresa. Está nada más cruzar la calle.


Es para poder oír la hostia desde aquí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Queridísimo y afectísimo Hombre Topo:
El Marqués me regaló hace unas semanas un manual estupendo llamado "Cómo convertirse en un hijo puta". Yo creo que le viene al pelo con este post con el nos ha deleitado. Y aprendería nuevas tácticas.
Me voy a hacer medio topless al sofá mientras veo "Saber vivir". Mi vida está llena de sobresaltos.
Estimadamente suya,
Condesa de Platt

Anónimo dijo...

Me has roto el corazón... ¡yo te quería!

el hombre topo dijo...

Idolatrada Platt:

Cómo convertirse en un hijo de puta no me parece un título saludable para la juventud. O se es de nacimiento o no se es. O se aprende desde la misma cuna o empiezan los buenismos a atacar al niño desde el primer momento, y luego no hay ya manera de enderezarle.

Usted que está a tiempo, haga por que no se eche a perder el muy hijo de puta que le han dado -dicho sea con el amor y la admiración que siempre le profesé, no nos vayamos a precipitar por una simple literalidad de nada.

Pógame a los pies de sus tetas.

El Hombre de Topo.