lunes, 30 de enero de 2012

Lo tuvimos todo para ser alguien

Pero algo se torció. Algo salió mal. Éramos listos, clase media, nuestros padres se lo dejaron todo. La Universidad, los amigos, el sexo... todo salía bien.


Llegamos al mercado de trabajo en el mejor momento, elegimos empresa, nos dijeron que lo teníamos todo.




Luego fuimos envejeciendo y alguien se nos cruzó. No estuvimos rápidos, no quisimos meternos en líos de política de la empresa. Un head hunter nos contactó. Resultaba que éramos el sueño de otras empresas. Cambiamos de puesto y en todas partes las cosas terminaron igual.


Ahora, una vez que el capitalismo se ha venido abajo, parece ser que nosotros somos el problema.



Esperan de nosotros que demos el paso. Que pongamos la cabeza y el piso, que aún nos queda hipoteca. Esperan que no tengamos el mal gusto de decir por ahí que estamos en paro y sobre todo, que no comamos, que no pensemos y que sigamos votando.

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