lunes, 8 de noviembre de 2010

Bola de Sebo. Dos.


Nos reunió el jefe de departamento. Al parecer no podemos más. La economía, los problemas, la falta de pedidos, el año que llevamos que se junta al año pasado que se junta al anterior… Hay que hacer sacrificios, dijo. Todos tenemos que hacer sacrificios. Yo el primero. Dijo.



Algunos hicieron sacrificios. Los hubo que aceptaron bajarse el sueldo. Los hubo que no. A esos los echaron porque había motivos objetivos con los que apuntalar un despido procedente. Yo hice un sacrificio, no es que me importara o me dejara de importar. Lo hice para que no me cargaran de motivos objetivos.



Después, pasaron los meses y tuvimos otra reunión. El jefe de departamento era otro. El anterior ascendió en atención a sus méritos, que fundamentalmente tienen que ver con el hecho de ser el tío que más redujo su plantilla humana en los meses anteriores. Ahora está en la planta de la moqueta sin manchurrones y le han dado un A-6 porque hay que hacer sacrificios.



Las cosas no van bien. Ya, sí, claro, aceptasteis una bajada de sueldo hace unos meses. Pero claramente ha sido insuficiente. No conseguimos corregir el rumbo. Esperábamos más de vosotros. Hay que trabajar más. Ganar menos. No molestar. No pedir. No respirar. Consumir. No pensar. No caminar. No estar.



Hagan ya el sacrificio. No esperen nada a cambio, excepto nuestro mayor desprecio.



Suerte que no les empujemos del carro, que no les abandonemos en mitad de la puta nieve.

2 comentarios:

El Profesional dijo...

y no quejarse. que el día uno te hacen un ingreso. y dar gracias. y dar gracias. y dar gracias.

Anónimo dijo...

Mr. Guy de Maupassant no lo habría descrito mejor





¿verdad?