jueves, 19 de noviembre de 2009

recicla. reutiliza.


Ayer echaron a un compañero que se sentaba a mi lado. Pasó el jefe por su sitio; con una gran sonrisa le preguntó si tenía un momento por favor, y ya no le hemos vuelto a ver.

Acabo de llegar a la oficina. Estoy solo. Su mesa está tal y como la dejó. No le han permitido ni recoger sus cosas. Mira tú, la foto de la mujer. No es que sea una belleza, pero al menos es una foto.

No hay quien aguante a la hija de puta, me dijo un día tomándonos unos cubas muy libres en el despacho de Presidencia, que guardo aún copia de las llaves.

Como se han gastado el ERE y los despidos improcedentes, le han puesto en una carta que lo echan por vago y por ladrón. El uno de enero, año nuevo, todos los pecados de arriba serán perdonados, comentó uno del Comité. Y ya sabéis lo que viene después del perdón de los pecados, dijo. Un nuevo ERE. Así que hay aguantar hasta año nuevo, señores. Que así al menos nos dan algo. Y al que le toque de aquí a entonces, despido procedente y a penar por las aceras.

Esta mañana al llegar, me he quedado mirando la foto de la mujer. Era una hija de puta y ni siquiera estaba buena. Pero yo no tengo ninguna foto en mi sitio. Así que la he quitado de la mesa del difunto y me la he colocado delante de la pantalla.

Total, para lo que vamos a durar casados.

No hay comentarios: