lunes, 1 de junio de 2009

Grandes Personajes del Momento de Ahora Mismo. Hoy: Cañizares v2.0

Se meten mucho con Cañizares, el Príncipe de la Iglesia, que no el de Beckelar. Se meten mucho con eso de que es de los integrales y de los retroactivos. Que si está en contra de las que abortan por vicio y de los que se saltan las penitencias y matan a la familia y se chupan las pollas, que para entendernos son los rojos y los liberales en toda su expansión.

Se meten mucho con Cañizares con la tontería de que no va con los tiempos, que dicen que a él lo que le gustaría es que volviéramos a la Edad Mediana, o a más peor, a lo del hombrecillo del Ferrol del Caudillo, que era él mismo. Para entendernos, que dicen los rojos y esa gente que no sabe respetar a las familias ni a las papeleras, que lo que a Cañizares le molaría más es que obligaran a ir a misa seis veces en diario y que las mujeres estuvieran en su casa, tapadas y a ser posible, hablando lo justo.

No saben cómo se equivocan y lo lejos que andan esos de lo que está bien y mola y aquí paz y después noria. Porque Cañizares no es antiguo ni está para que lo jubilen, que Cañizares es ni más ni menos que Cañizares versión dos punto cero. Como la web y las natillas con fibra: versión dos punto cero. Evolución, mejora, modernidad hasta las trancas, señores.

Antes, en la versión uno punto cero, los curas te metían mano y se lo callaban. Y tú menos, claro, bastante tenías con el susto, allí a oscuras en el confesionario, con aquella mano temblona y sudada bajo los pantaloncicos. Y sin contar con que te jugabas la cabeza si encima se te ocurría irle con el cuento a nadie. A buenas horas iba yo a decirle a mi viejo que el cura que me hacía la confesión y que además olía a queso rancio, era de esos que llaman pestófilos. Me reventaba a hostias para empezar. Y luego por si acaso, se lo decía al del queso rancio, que encima se ponía bermellón y se gustaba más en la faena.

Yo siempre fui de los que tuvieron más suerte. Como en el fondo nunca he sido muy atraer –y de pequeño menos-, me pegaba un par de repasos por donde mis cositas y a correr con la penitencia puesta. Eso sí, tengo que reconocer que desde entonces le tengo algo de prevención al curado. Yo soy más del de Burgos, que es como más ligero y mezcla mejor en las ensaladas.

¿Y dónde está la evolución? Pues hombre, que si los curas antes se lo callaban, Cañizares, que es mi ídolo y es versión dos punto cero, y por eso sale en esta sección de Grandes de la Historia de Ahora Mismo, pues va y lo suelta: “¡Sí! ¿Qué pasa? ¡Le hemos metido mano a unos cuantos, a ALGUNOS y en UNOS CUANTOS colegios, pero mucho peor es el aborto y sacarse los mocos y no dar los buenos días, y no nos vamos a poner ahora tiquismiquis! ¡Y si les hemos metido mano, sería por su concupiscencia ésa que tienen, y porque van provocando y la culpa es de los padres que los visten como colegiales, carajo!” Así, del tirón, con dos cojones y un palito y la capa magna en revolera. Cañizares dos punto cero. Y a los rojos, que los echen del planeta.

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