lunes, 23 de junio de 2008

Hallazgos de antena.




Voy por la calle. Junto a mí, en un semáforo, un ciego con perro. Habla solo. Muy bajito. Aguzo el oido:

- Hijo de puta, ¿qué pasa? ¿También te duele, verdad? Pues ahora ya sabes qué es lo que se siente. Yo lo soy de nacimiento, y no tengo nada que echar de menos. Me han dicho que eso es lo más jodido de todo. Pues haberlo pensado antes de meterte conmigo. Cabrón.

Una clínica buena buena. La cafetería. En la mesa de al lado, un tío habla por el móvil. Niqui rosa, cocodrilo verde en una teta. Melenita doblada por detrás. También aguzo:


- Ya sabes, el típico culito respingón que me gusta. Ya me dirás. Sí, sí, el vaquerito bien apretado. Como a mí me gusta. Me ha quedado genial.



Ambos casos confirman mi sospecha de que la cirugía es una disciplina cada vez más popular.

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