martes, 11 de marzo de 2008

De un día para otro.


Así, como suena. Nada de tal vez podríamos tenerlo o tampoco corre tanta prisa. NO. Nada de eso. Tiene que ser antes de mañana a las once. Si no, olvídate.

De un día para otro es ver quién es más fuerte, quién es el verdadero dueño del territorio. Como los babuinos cuando van a la oficina. Huéleme el culo. Pero tiene que ser antes de mañana.

¿Ves esa pila de contratos? Hay que revisarla. Pero antes de mañana.
Necesitamos el estudio previo de horas de consultoría realizadas en el último trimestre del año. El caso es que ya deberíamos tenerlo. Bueno, un día más podríamos darte.

De un día para otro. Quiere decir que alguien se ha estado tocando los cojones un mes. Y que cuando se le termina el plazo a él, te llama de un día para otro. Para antes de mañana. A partir de ahí lo que hace falta es averiguar quién de los dos puede más. Quién tiene más amigos, quién le cae mejor al de Organización o coincide en el café con Dirección General o entró en la empresa a la vez que el Vicepresidente Primero de Puertas Giratorias.

De un día para otro. Yo te lo digo, tú verás lo que haces. O te acojonas o sacamos los cuchillos. Me gusta la sangre, no salgas corriendo.

No hay comentarios: